Biografía de Miguel Montoya (El Ratón)
Por la parte posterior de la Casa de la Cultura en
la ciudad de Bello, hay una calle que conduce al barrio Pérez, y
cuando usted se adentra en este barrio, encuentra un pequeño parque y en la
cuadra superior de ese parque existe —en la mitad de esta—, la biblioteca de la
Acción Comunal; el hombre que atiende esta biblioteca o mejor, quien la
administra, es Miguel Montoya, una persona culta, educada, de vestir sencillo
pero que luce muy bien, que usa una infaltable cachucha de paño o tela, y que
nadie en Bello identifica por su nombre de pila, sino como "El
Ratón".
Dos días atrás de mi visita a esta biblioteca, yo lo
había llamado telefónicamente, y cuando le conté sobre mi proyecto do escribir
algo sobre la música parrandera, creyó que le estaba tomando el pelo, y que
tal vez era uno de sus amigos de charla —porque hablar con Miguel Montoya, es
prácticamente una sola risa—, pues este hombre es de una simpatía
extraordinaria; entonces me dijo por el teléfono:
—Sí hombe,
entonces seguí hablando, que yo te creo mucho; ¡vos si me crees a mí bien
güevón, no!
Pero después de identificarme plenamente, "El
Ratón" se sintió muy apenado, estuvo muy dispuesto a colaborarme, y
tal vez fue el compositor que posteriormente más se interesó por mi proyecto;
Miguel Montoya fue fundamental en la realización do este trabajo.
Cuando uno dialoga con este personaje, es muy fácil adivinar
el porqué sus composiciones tienen ese sabor y ese picante; "El
Ratón", es optimismo, alegría, risasy gusto por la vida; y con su gran
amabilidad y simpatía, esto me relató:
"Yo nací en Titiribí—un pueblito pequeño
así como yo—, en septiembre de 1939. En aquel tiempo todos los padres se oponían
a que uno cogiera la música; y cuando los míos se dieron cuenta de que yo
estaba en ella, me advirtieron:
—Cuidadito
te metes a músico, que esos no son sino bebedores, parranderos, mujeriegos y
trasnochadores, y nosotros queremos es levántate bien levantao.
Entonces yo pa' tocar la guitarra tenía que ser
al escondido; los primeros tonos que yo aprendí, tuvieron que ser lejos de mi
casa, pues si se enteraban me ganaba mi 'pelita'.
Mis padres llamaban, Ana Felisa y Jesús María,
y ambos eran Montoya; mejor dicho, yo soy primo de mi mamá, porquo ellos eran
primos; nosotros fuimos 13 hermanos, murieron 7 y quedamos 6; el hogar era muy
humilde aunque mi papá trabajaba de empleado, pero éramos muy humildes.
A mí —gracias a Dios— me gustó mucho estudiar, tocó
hacer la primaria allá en Titiribí, luego vine a Medellín y terminé mi bachillerato; después seguí con la música y empezó mi
papá con su cantaleta de que no debía ser músico.
La música en los pueblos —como es bien sabido—, es la
carrilera y la parrandera; entonces en las fonditas o cantinitas donde yo iba,
escuchaba mucho a LOS RELICARIOS, José Bedoya, Agustín Bedoya, y yo envidiaba
esta forma de tocar y de cantar y pensaba en algún día conectarme con ellos, y
me decía:
—Hombe,
¡qué bueno uno ser como ellos!
Yo no es que esté en la gloria, pero yo miraba un
poco lejano el ser amigo de ellos; y fíjese que actualmente hasta he sido
guitarrista de LOS RELICARIOS.
Yo creía en el Niño Jesús; entonces en un diciembre la
gente me preguntaba:
—Miguel,
¿qué le estás pidiendo al Niño Jesús?
— ¡Una
guitarra!, ¡una guitarra!
Entonces
mi mamá me decía:
—Vea
Miguel, no pida eso que'l Niño Jesús no trae cosas malas.
Ella seguía pues con su idea de que la música era mala cosa;
entonces cuando el Niño Jesús me traj o un anillito, yo me puse a llorar; pero
no me aguanté y me fui donde un constructor de guitarras que había en
Titiribí, y le dije:
—Señor, yo
le cambio este anillo auna guitarra.
Como yo
era un menor de edad, respondió:
—Yo con
usté no puedo hacer negocios, pídale permiso a su papá.
—Yo ya le
dije a mi papá.
— ¿Seguro?
— ¡Claro
que sí!
Yo guardé mi guitarra, pero bien escondida; y cuando ellos
se acostaban entonces y o practicaba mis tonitos, hasta que un día notaron que me faltaba el anillo y me preguntaron
por él; yo
dije que se me había perdido, me pegaron, y tuve que decir que lo había cambiao
por una guitarra; y dice mi padre:
—Saque la
guitarra y vamos donde el señor que se la cambió.
Llegamos
al almacén:
—Don
Pedro, usté se puso a negociar con un menor de edad, así que aquí le traemos
esta guitarra y usté me hace el favor y le devuelve el anillo a mi hijo.
Y entonces Don Pedro, tuvo un gesto, que yo jamás en mi
vida olvidaré, pues le dijo a mi padre:
—Vea, le devuelvo el anillo; y la
guitarra se la regalo a su hijo, porque a ese muchacho le veo yo tanta afición
al instrumento, que estoy seguro que algún día, va hacer alguna cosa en la
música; ¡y se acordará de mí!
Entonces desde ahí, a mi papá le dio remordimiento
y aceptó que yo practicara, pero lo cruel es que cuando él murió, yo todavía
no había grabao el primer disco; en cambio a mi mamá si le di una serenata un
día.... y se puso a llorar.
Posteriormente el fabricante de guitarras se vino a
vivir a Bello y me dio muchas clases a mí, pues él también tocaba; era do
apellido Ramírez y prácticamente fue mi primer maestro.
Cuando en Titiribí yo ya sabía tocar un poco, fui
formando un grupito con los que sabía que tocaban; recuerdo que en ese tiempo
Jaime Llano González—que es de allá—, daba serenatas con acordeón, y José
González, el autor de AMO MUCHO TUS OJOS, también de Titiribí, muchas veces me
acompañaba con el tiple, y llegué a dar serenatas con él; yo era un serenatero
en mi pueblo, me buscaban mucho y tuve el trío LOS ÁRABES, con Jairo Gómez y
Alfonso Restrepo.
Yo me vine para Medellín en 1955 y llegué a vivir a
Bello; en ese tiempo me llevaron para el cuartel, regresé y entré a trabajar a Fabricato;
en esa empresa conocí a José Muñoz el de LOS RELICARIOS, pues éramos vecinos de
sección; él vio mis aptitudes y que ya sacaba versitos, entonces quiso
colaborarme, José Muñoz y
Gildardo Montoya fueron mis padrinos musicales, ellos fueron quienes me
llevaron a grabar, y tengo esa deuda de gratitud con ellos.
Cuando yo me entrevisté por primera vez con José, ya no
estaban LOS BELLADINOS, y sólo eran LOS RELICARIOS; en cierta oportunidad yo
les contacté un 'toque' en una heladería de Envigado que llamaba La Casita
Aquella, y me pidieron que los acompañara, así que yo fui de los primeros
acompañantes que tuvieron LOS RELICARIOS; incluso yo grabé con ellos varios
discos.
Claro que yo en Bello no me inicié con LOS
RELICARIOS, pues en ese tiempo que hablé con José Muñoz, yo tenía un trío— me
han gustao mucho los tríos—, y se llamaba EL TRIO ALBÁN, Reinaldo García,
Gilberto González y yo, que fuimos muy populares ¡y nos sacaban en la prensa y
todo eso!
Después tuve otros tríos y duetos; la correría mía en la
música ha sido bastante extensa, pero lo que pasa es que'l trago es el que no
me ha dejao; muchas veces no fui a una grabación, tomaba mucho.... o me pedían
letras las casas disqueras y como estaba enguayabao, no las llevaba y quedaba
mal; me llegaron a devolver de las casas disqueras, pues tocaba el timbre y me
veían tan borracho, que me devolvían; todos los que me conocieron me dicen que
yo pude haber llegao más adelante.... claro que y o tengo la esperanza de que
todavía puedo vivir otros dos añitos más, ja, ja, ja.
El primer disco parrandero que yo compuse se llamó EL
PEREZOSO, y me lo grabó José Muñoz en Codiscos en 1966; luego José me presentó
a Gildardo Montoya, pues eran muy amigos; a Gildardo —cuando murió—, yo lo
lloré como si hubiera sido un hermano, y él era quien me decía que admiraba la
'chispa' que yo tenía, y me animaba a que siguiera y le 'parara bolas' a la
música; Gildardo me grabó un disco llamado SEGURO QUE SI, otro titulado LAS
TROVAS DE MI ABUELITO, que están en el L.P. del GITANO GROSERÓN.
Yo sólo toco la guitarra, y eso que no la toco, sino que
medio la 'surrungueo' ahí; nunca he sido puntero, sólo he sido marcante.
Yo fui amigo de Leonel Ospina, que era un elemento
ante el cual había que quitarse el sombrero, pues era cantante, guitarrista y
arreglista maravilloso.
A mí me llaman 'El Ratón', desde que trabajaba en
Fabricato, pues a un compañero se le metió que yo me parecía al boxeador
mejicano Ratón Macías, en una película que él había visto, y me dijo:
—Te voy a
poner 'El Ratón'.
Y a todo mundo le dijo, y actualmente me conocen más por 'El
Ratón'; yo llego a una casa disquera y todos comienzan a 'rañiar' por allá;
incluso en una reunión de SAYCO, me dice Mario Tierra:
—'Ratón',
vení
Yo creí que me iba a decir algo interesante, cuando me pregunta:
—'Ratón',
¿a vos quién te puso Miguel?
Yo tengo 362 composiciones grabadas y seis inéditas;
pero no sólo tengo música parrandera, pues yo también hago otra clase de
melodías; a mí me han grabao LOS CAMINANTES, Rómulo Caicedo, LAS TRIGUEÑITAS,
incluso tengo por ahí un numerito que está pegao y es un corrido que llama NO
ME CELES; me han grabao muchos duetos y músicos parranderos también; claro
que me he inclinado más a la parrandera, pero sinceramente buscando el centavo,y
además yo tengo la 'chispa' para la parrandera, que es más comercial.
Yo para componer me he pegao mucho de 'tiros' que
oigo por ahí, cosas
que me han pasao; por ejemplo, una vez hice yo un viaje con el Maestro Elkín
Pérez —gran guitarrista—, quien me invitó al pueblo de él que es Entrerríos; y
cuando ya regresábamos nos tocó en un bus lleno de gente, que uno no podía ni
mover los ojos, pare aquí, que suba la leche, acelere allá; y entonces me dice
el Maestro:
—Hombe
'Ratón', ¿te estás durmiendo pues?, saca un tema sobre este viaje.
Y entonces se me ocurrió EL LAMENTO DEL PASAJERO, que es
bastante popular.
SEGURO QUE SÍ, fue un encargo de Gildardo
Montoya, quien me dijo que le hiciera unas trovas similares a DELE POR AHÍ.
— ¿Vos por
qué me pedís canciones a mí, si vos tenés más 'chispa' que yo Gildardo?
—Es que te
quiero grabar unos discos a vos hombe.
—Bueno, yo
voy hacer los temas.
Entonces me dijo:
— ¿Seguro
que sí?
Y le contesté:
—SEGURO
QUE SÍ; y así se llamó la canción.
Cuando yo tomaba trago, había una
ventica, de esas que le sirven el aguardiente a uno por ahí por fuera; yo
estaba en esa barra con varios amigos, y entre ellos, una señora que cada que nos
servían era acosando.
— ¡Quihubo
pues 'Ratón'!, a lo que vinimos pues, ¡a lo que vinimos!
Y así compuse A LO QUE VINIMOS, que lo grabó Agustín
Hedoya.
La mayoría de las mujeres dicen que los músicos somos muy
mujeriegos; y hubo un tiempo en que yo llegaba muy tarde y mi mujer se puso muy
celosa, con dudas y carajadas; y esto me dio para sacarle un tema a ella, que
se llama NO ME CELES, hecho en ritmo de corrido.
En mi casa, mis hijos apoyan mucho mi trabajo, y
cada que me graban
algún tema, me piden que se los regale y me animan a componer más.
Guillermo Buitrago para nosotros es el padre de la música
parrandera, aunque el estilo de él es más llamativo y el de nosotros es más
'cachaco'; incluso José Bedoya una vez me decía, que él quiso seguir la misma
línea de Buitrago; nosotros —podríamos decir— que somos seguidores de
Buitrago.
Yo conocí a Antonio Posada; era un señor muy formal, muy
amable.... y era culebrero.
Yo me he presentao en RADIO NUTIBARA, RADIO PAISA,
LA VOZ DE LAS AMÉRICAS, y me ha entrevistao LA EMISORA DE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA.
Las casas disqueras cuando lo van a liquidar a uno,
le dicen:
—Se
vendieron 10.000 discos.
¿Y cómo
dice uno que no?; uno no tiene ningún control sobre eso, pero yo vivo
agradecido con las casas disqueras, pues muchas veces lo llaman a uno pa' que
grabe.
Yo he admirao mucho a los Bedoya, y siempre quise
que ellos grabaran mis canciones; y gracias a Dios, me han grabao bastantes
discos, todos tres. A Leonel Ospina también lo he admirao bastante, pero
cuando yo quise tener una relación musical, él ya estaba muy enfermo. Gildardo
Montoya, era cosa aparte, y también me grabó más de un tema; claro que él no
necesitaba los míos, pues en media hora Gildardo le fabricaba a usté dos
obras, cosa que no hago yo, pues me quedo 15 días borrando y volviendo a
escribir.
A mí me han grabao además, Gustavo Quintero, el grupo
OLA VERDE de Méjico, Roberto Pulido y LOS CLASICOS, Willy Quintero de
Venezuela, EL COMBO CANDELA, EL COMBO DORADO, LOS RELICARIOS, Rómuto Caicedo;
otros más.
Gustavo Quintero para la Sony International, me grabó un tema
que se llama QUE PEREZA; la Sony saca un disco con una melodía de cada país, y
para mí fue un orgullo que el tema mío —cantando Gustavo Quintero—, fue el
representativo de Colombia.
El primer tema que me grabó José A. Bedoya se llama EL GALLO
DE ELENA, y después me grabó LA TERCERA EDAD; Agustín Bedoya me grabó A LO QUE
VINIMOS, LOS NOMBRES RAROS y EL APELLIDO DE LOS ANIMALES; Joaquín Bedoya me
grabó EL INTERESADO; y con Joaquín yo tuve un dueto que se llamó LOS
MISTERIOSOS.
Rómulo Caicedo es un hombre muy educado, muy buen
amigo, y me ha grabado algunas rancheras; el conducía bus para el barrio
Robledo y en una carátula de un disco, estamos él y yo en el bus que manejaba.
El grupo OLA VERDE me grabó LAS VISITAS, una canción que
habla de las visitas cansonas. LOS CLÁSICOS DE PUERTO RICO me interpretaron un
tema que llama LA CASTIGADORA, y lo más tenaz es que allá figura como de otro
compositor, se lo robaron y yo no puedo hacer nada, porque los abogados me
dijeron, que de un país a otro no se puede demandar, que la demanda la puede
poner solamente un abogado residente allá; ¡y yo qué voy hacer!
Yo vivo agradecido de las disqueras.
La música parrandera tuvo un tiempo de mucho triunfo, y luego
se apagó, pero ahora, de nuevo la están reviviendo.
Yo no he tenido problemas con la Curia, y solamente
una vez un cuñao que vino de Caramanta me dijo:
—Si vieras
cómo 'rajó' el cura de Caramanta, del tema tuyo SEGURO QUE SÍ, que era propio
de compositores mediocres que sólo vivían de la vulgaridad.... y tal cosa.
Yo le comenté que eso era propaganda gratuita,
pues la gente seguramente lo iba a comprar para ver qué era lo que decía.
Yo casi siempre le hago letra y música a
mis canciones, pero algunas veces me he aliado con José Muñoz, Agustín o
Joaquín Bedoya, que no deja de ser un orgullo para mí.
El bar Canadá era un tertuliadero muy bueno y
allí se reunían músicos no sólo parranderos, sino de todo tipo de música; allí
traté yo a Noel Ramírez a quien he admirado mucho; también vi allí a Luis
Carlos Jaramillo, que era bastante llenadorcito; en general en aquella época,
había muy buen compañerismo y los artistas más elevados, muchas veces
celebraban nuestras canciones parranderas y jamás yo vi burlas o algo parecido.
La 'chispa parrandera' no viene de José Muñoz y
yo, noooo, ya antes estaba el 'Mono' González, LOS TUMAQUEÑOS, Antonio Posada y
otros más.
Yo admiro mucho a Arturo Ruiz del Castillo, pues
grandes éxitos
cantados por Leonel Ospina, han sido de él, aunque con el seudónimo de PANCHO
DEL PRADO.
Los mejores punteros de guitarra que yo conocí fueron
Leonel Ospina, José A. Bedoya, Ernesto Castañeda y Manuel Suescún que es un
punterazo y polifacético, pues varios tangos que me grabó EL RELICARIO a mí,
los puntea él.
El bajista número uno en la música parrandera
fue Don Jesús Vanegas; y otro digno de mencionar es Don Luis Eduardo Gutiérrez.
En los bongoes siempre nos acompañó Jairo Gómez.
Uno de los músicos que yo más admiro y estimo
es a Miguel Ángel Nova, pues para él es lo mismo, puntiar, acompañar, marcar o
tocar bajo, mejor dicho, toca de todo.
El taller más grande de la música parrandera,
fue el que surgió en Bello, LOS RELICARIOS, LOS BELLADINOS, José Bedoya, EL
RELICARIO, Miguel Montoya, Neftalí Álvarez, Agustín Bedoya, José Muñoz y otros;
pero ninguno es de aquí.
Las casas disqueras estaban muy remisas para grabar
canciones parranderas, pero —lo repito—, ahora hay un resurgimiento de esta
música, gracias a la publicidad hablada y escrita.
Mis temas han sido grabados en Codiscos, Fuentes,
Sonolux, y la mayoría los tengo en Victoria, pero también tengo en
discos Colombia, Ondina, Metrópoli, F.M. de Bogotá, Sony, en Venezuela
Veneboxy en Puerto Rico discos Falcón.
En música parrandera yo nunca he tenido conjunto; pero
eso es rentable, y sobre todo en los pueblos gusta mucho la parrandera.
En Colombia vivir de la música —y no sólo la parrandera— es
muy difícil, ¡pero muy difícil!; y es que la música es caprichosa y a veces la
canción que uno menos cree es la que más se vende, o viceversa; cuando yo hice
SEGURO QUE SI, nunca pensé que podía ser éxito, y sin embargo es de los que más
he vendido; en cambio cuando se grabó QUE PEREZA por Gustavo Quintero, pensé
que sería un 'palo'.... y no pasó nada raro.
A mí me grabaron un disco LOS RAROS —José Muñoz y
Joaquín Bedoya—, un tema que llamé EL MUERTO VIVO; y hace unos meses me
entregaron en SAYCO una buena suma de dinero, proveniente de la Argentina, pues
lo grabaron allá y yo ni siquiera sabía que andaba por esos lados; ese número
trata de un tipo que se hace el muerto para ver quién se alegra de su muerte, quién
lo llora; eso se me ocurrió en un velorio:
Por ver si hacía falta una vez me hice el muerto
y de gente la casa se llenó en un momento.
Mi suegra se arrimó y se hacía rezando
y era una maldición lo que me estaba echando....
Es un tema cómico, pero no tiene nada de doble
sentido.
Yo todavía compongo y quisiera hacer bastante más por la
música.
Agustín Bedoya es un amigo maravilloso, todo lo vuelve
charla, es muy buena persona, un amigazo; esos Bedoya todos son muy buenos
amigos; yo grabé con Agustín música fría, rancheras y corridos, para la
Industria Nacional del Sonido.
Admiro mucho a músicos como Luis Uribe Bueno, León
Cardona o Héctor Ochoa, y me gusta pegarme a ellos, pues se aprende bastante
estando al pie de estos personajes.
Desgraciadamente entre los músicos,
existe la envidia.
Yo no soy de academia, todo lo hago a oído.
Yo siempre cargo un papelito en blanco, y a veces
voy en un bus o por cualquier parte y se me viene la idea o el tema en referencia;
lo anoto y en la casa lo acabo de pulir.
Anri me tocaron las famosas 'demostraciones';
incluso cuando yo recién empezaba, me tocó hacerle una 'demostración' a
Don Otoniel Cardona —dueño de discos Victoria—; y yo con mi guitarrita.... y
con esa pena; casi no empiezo, pero al fin Don Oto me aceptó el tema, se lo
dieron a EL RELICARIO para que lo cantara, se llama EL VIEJO ALEGRE, que se
vendió mucho en el Valle del Cauca. Muchas veces uno llevaba una canción a una
disquera y se la rechazaban; pero al tiempo volvía y la llevaba y el director
artístico preguntaba:
—Hombe,
¿esa canción vos ya no la habías traído aquí?
—Sí, pero
es que le cambié la letra.
Sin uno habérsela cambiado; y se la grababan,
donde antes la habían rechazao. Otra cosa común, es que uno llevaba seis temas
a una disquera y se los rechazaban todos, y se iba para otra disquera y se los
aceptaban todos.
—¡ Hace
tres años que no me tomo un trago!".
https://www.youtube.com/watch?v=jnuk4JV7VxE
ResponderEliminarMiguel Angel Montoya "El Raton" es un interprete y compositor antioqueño que vive por su familia, su guitarra y su tradicion Antioqueña ..... un personaje Hecho en Antioquia.
Lo conozco personalmente es muy divertido hablar con el lo admiro por su forma de ser 🙏🏼🎄❤️Dios lo bendiga don Miguel ojalá dure muchos años mas🙏🏼
EliminarPues yo soy la nieta de el
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ResponderEliminarGran ser humano
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