Biografía de Luis Eduardo Yepes
Creo que ningún otro cantante tuvo tan grande
éxito, tanto en la música parrandera como en la música de orquestas al mismo
tiempo; porque si fue grande el éxito de Lucho Yepes en la parrandera, lo fue
más con orquestas como las de Edmundo Arias, Tomás Burbano, LOS CABALLEROS DEL
RITMO o LA ITALIAN JAZZ.
Lucho Yepes, es un hombre cívico y
muy querido en su barrio, pero también es sumamente estimado por todos sus
antiguos compañeros musicales; anteriormente parrandero, mujeriego y bebedor,
hoy Lucho Yepes es un hombre de bien, dedicado a Dios y a su hogar, profundo
creyente y que tiene el convencimiento de
que ahora sí encontró
el camino que todos de alguna manera buscamos.
Cuando hablé —telefónicamente— por primera
vez con Lucho Yepes, inmediatamente se interesó por mi proyecto y al día
siguiente, en una forma muy cumplida, me estaba esperando en las oficinas de
SAYCO en Medellín; y cuando este hombre lo saluda a uno, inmediatamente se
adivina la paz de su alma; y una de las cosas que más me gustó, fue esta frase:
—Ni los
aplausos de antes, ni los triunfos de las orquestas en bailes, estaderos, y
grandes salones, me dieron la inmensa alegría que ahora siento cuando le canto
a DIOS.... DIOS es mi señor.
Y en medio de toda esta alegría
espiritual que Lucho contagia, esto tuvo para contarme:
"Nací en el barrio Campo Valdés de la ciudad de
Medellín, el 13 de octubre de 1934; soy padre de cinco mujeres y dos hombres,
tengo 13 nietos, de los cuales uno de ellos Juan Fernando Pulgarín Yepes,
juega con el número 2 en la categoría de ascenso del club Atlético Nacional.
Me gusta ser hombre cívico, y he sido Presidente del
barrio El Socorro (San Javier, América), Presidente de la Defensa Civil,
Presidente de la Asociación de Padres de Familia del Liceo Femenino Lola
González, y también Presidente del Sindicato de Músicos y Cantantes de
Antioquia; he sido delegado por Antioquia a la Asamblea de SAYCO en Bogotá en
varias oportunidades, y he sido ponente de proyectos valiosos para los
compositores, como fue pedir que todos tuvieran Seguro Social.
Mis primeras grabaciones fueron en el sello Zeida de
Codiscos en el año 1954, y en 1957 grabé para Silver acompañado de mi conjunto; y en
ese mismo año contraté con discos Ondina unas grabaciones en cooperativa, y me
pagaban, por disco 40 centavos y 10 por ser el autor, total 50 centavos por
disco de 45 R.P.M. vendido; sobra decir que casi todas mis grabaciones son
propiedad autenticada, pues yo pagaba los músicos. También fui técnico de
grabación y director artístico durante 10 años en la misma empresa, Ondina; allí, yo tenía varios sueldos, pues
trabajaba de día y de noche, y en total estuve en esta fábrica 25 años.
Me llamaban 'El Tiburón', porque tenía muchas mujeres,
y en ese tiempo grabé el porro titulado así, con la orquesta de éxito, LA
ITALIAN JAZZ; hice grabaciones con agrupaciones como: ORQUESTA DE GUILLERMO
GONZÁLEZ, ORQUESTA DE EDMUNDO ARIAS, LA SONORA DEL CARIBE, ORQUESTA DE TOMÁS
BURBANO, Fabio Páramo, FRUKO Y SU ORQUESTA y LOS BESTIALES.
Algunas canciones de mi autoría son: ME
FASCINAS, AMIGOS DE LA PARRANDA, MI PREFERIDA, SALIÓ EL PRESO, etc.
Tengo un sello disquero llamado Discos Lucho, pero
hace algún tiempo
no programo nuevas canciones, porque ya estoy dedicado al SEÑOR JESUCRISTO y al
amor de mis hermanos de este mundo, por los que quiero trabajar hasta morir, y
así me paguen mal, yo les perdono.
Artistas que han grabado mis composiciones son,
Nelson Henríquez,
Gustavo Quintero, José Muñoz, Joaquín Bedoya, Agustín Bedoya, Rómulo Caicedo,
LAS INDIANAS, LAS TRIGUEÑITAS, Pedro Mejía, Ernesto Castañeda, Rafa Rodríguez,
el Romancero, el Profesor Numar, Gabriel Raymon, el Relicario, Vicente Muñoz,
Luis León, Débora y Lucha, LOS TROVADORES DEL RECUERDO, Félix Ramírez, LOS
DIABLOS, Octavio Mesa, LOS TROVADORES DEL CAMPO, Florencio Zambrano, Luis
Carlos Jaramillo, Gildardo Montoya, Paula Andrea Yepes y Darío Gómez.
Tengo más de 5 años como simpatizante del Evangelio, y ya
soy consciente de que ninguna iglesia salva y que sólo CRISTO Nuestro Señor es
el camino, la verdad y la vida.
Antes que yo, en mi familia no hubo músicos, y
solamente en el último decenio una hija mía—Paula Andrea—, resultó cantando, y
con ella me he dado el gusto de presentarme en festivales, en pueblos como
Santo Domingo, San Jerónimo, en muchas partes y en el festival parrandero de Bello en el anterior diciembre; así que yo
creo que mi vena artística es un don que Dios me dio, y me siento ahora más
contento, porque cuando canto en la iglesia—pues yo me di cuenta que estaba
errado y caminando torcido, y cambié hacia el Creador, porque el Creador es
quien nos da todo—, veo el entusiasmo y la alegría de la gente, y esto me
llena; yo era uno que cantaba música vulgar y la música mía era la más vulgar
que había, y con eso ganaba público, yo tenía público hasta en Ipiales, yo iba
a Pasto, Popayán, Villavicencio y mis discos se vendían como arroz, solamente
porque eran vulgares; todo mundo me piratiaba esos discos, porque se vendían
mucho, y todos decían que eso había que aprovecharlo, y una casa disquera que
prensaba mis discos me dijo, cuando en forma pirata estaban haciendo las
grabaciones mías:
—Si usted
no se aguanta, entonces no hacemos las que le corresponden a usted.
—
¡Pero si estas composiciones son mías!
—
—Bueno,
pero sino se aguanta no le hacemos las suyas.
Y así chantajiado y todo, me di cuenta de que la música
grosera, como es una cosa creada para el Demonio, todo el mundo aprovecha; y lo
mal habido, mal termina; entonces me dije:
—No vuelvo
a componer de esta música.
Y me dediqué a componer música buena....
sana.
Yo tengo más de 3.600 obras grabadas por
gran cantidad de artistas; pero cantando yo, serán 800 o 900 canciones; la
música que me está produciendo satisfacción espiritual, es la música que le
estoy cantando a mi Creador, y cuando yo canto en los días especiales de la
iglesia —puede ser a palo seco—, la gente es la locura, porque sienten el amor
de DIOS, porque no hay cosa más hermosa que cantarle a quien nos dio la vida;
¡y ahora que me siento tan bien!, pienso:
—Yo para
qué plata; si me muero la tengo que dejar, no me la puedo llevar; entonces para
qué plata, si ya tengo el camino que me da alegría y satisfacción.
A mí antes, con mis discos, me llovía el billete; ahora
no gano mucho, pero tengo una inmensa satisfacción.
Yo estudié en la Escuela Córdoba, donde hice la primaria;
pero un día subía yo de trabajar zapatería —yo soy zapatero—, pues tenía mi
taller en Buenos Aires, cuando veo y oigo un trío, dos guitarras y un muchacho
con una guacharaca tocando música de Buitrago, y a mí siempre me gustó la
música de Guillermo Buitrago, y también la cantaba; seguí escuchándolos
frecuentemente y un día se enfermó el de la guacharaca, entonces me dijeron:
—Éntrese
hombe —porque yo los escuchaba era por la ventana.
—
¿Y el otro muchacho?, el que canta, ¿dónde está?
—
¿Rodrigo?, se enfermó.
Yo me puse a acompañarlos con la guacharaca y me
dijeron:
—
¡Ah no!, es que usté también toca, ¿por qué no
cantas a ver?
—
Yo me sabía todas las canciones que ellos interpretaban; me
escucharon y al unísono afirmaron,
—
¡No!, este es el hombre que nosotros necesitamos
aquí; este canta mejor que nosotros.
Y preciso, nos cuadramos ahí; y
cuando volvió el muchacho, se dio cuenta de que no me podía banquiar porque no
daba la medida; empezaron bastantes contratos, además yo tocaba los bongoes, y
animamos parrandas en todos los barrios de Medellín con el nombre de LOS
CHINVENGÜENCHONES.
Un día llegó un muchachito chiquito, cabezón como yo, me
dijeron que tocaba guitarra y me lo presentaron:
—Me llamo
Leonel Ospina.
—
¿Toca la guitarra?
Y empieza ese hombre a hacer unos punteos hermosísimos,
¡qué agilidad!, ¡qué dedos!, ¡qué velocidad!, dones que DIOS le da a uno, y este muchachito puntiaba mejor que
cualquier mayor; y yo le decía:
—Puntiame
tal cosa.
Y lo hacía mejor que'l disco; le dimos chance al pelao, montamos
repertorio y nos fuimos a 'demostrar' a Codiscos, que en ese tiempo llamaba
Zeida y quedaba aquí en la carrera Junín; mostramos muchos números fríos, y nos
dice David Ocampo, quien era el director artístico:
—
¿Y no tienen música caliente?
Entonces yo canté un numerito que tenía,
acompañado de mi guacharaca y de Leonel, y eso fue la sensación, y de inmediato
me dijeron:
—Esto es
lo que necesitamos, ¿qué más números tiene hombe?, le vamos hacer un contrato
por 5 años.
Entonces yo me puse muy contento, y recuerdo que lo
primero fueron dos temas míos, EL CERO - CERO y DAME UN BESITO MI NEGRA.... de
esta manera comencé en Codiscos.
Después me invitaron a discos Silver, que lo dirigía
Lucho Bermúdez, y como yo conocía esa orquesta, yo me 'lambía' por cantar con
él; llevé un tema que le gustó mucho, EL GUSANO, que lo grabó con su orquesta e
incluso a mí me puso EL GUSANO.
Luego me llamaron de Ondina, donde era director artístico
Jairo Rincón, quien me dijo:
—
¿Por qué no grabas con nosotros a cooperativa?
A cooperativa, era que yo ponía los
músicos y la fábrica me pagaba por disco vendido, tal como dije antes; ellos
vendían el discos por 2 pesos con 50 centavos, y a mí me tocaban los 50
centavos; en ese tiempo grabamos una pieza titulada CHUBACHE PECH, que se la
hicimos a Montecristo y otra fue LA CAMA VIEJA, que era de esos temas horribles
que yo sabía hacer, y con ellos gané mucha plata.
Después le metimos un acordeón al conjunto y grabamos con
Fabio Torres, EL LOCO ROCK And ROLL, QUÉ HUMANIDAD, que fueron palos y ahí hago coros y toco guacharaca,
porque ese era mi conjunto.
Yo grabé mi primer disco cuando tenía 18 años, que fue
aquel de Codiscos.
Un día me invitaron a un festival al barrio La Loma, y
antes de cantar me puse a bailar con una muchacha muy bonita, y yo estaba
bailando así apretaíto, cuando veo un tipo manotiando y todo bravo; yo pensé
que estaba bravo porque yo bailaba muy amacizado con la reina del festival,
entonces la separé un poquito, pero me volvió el alma al cuerpo cuando me dijo:
—Vea
hermano, aquí la gente no vino a verlo bailar, sino a oírlo cantar.
Como mi cooperativa se vendía mucho,
que entre otras cosas, actualmente la están piratiando y los hemos llevado a
juzgados y no pagan, se roban los derechos de autor y las grabaciones que son
mías; entonces como mi cooperativa se vendía mucho, yo cantaba música guasca y
Edmundo Arias me oyó cantar, lo mismo Guillermo González el de la ITALIAN JAZZ,
quien me dijo un día:
—Lucho,
¿por qué no le haces un tema a este arreglo que tengo aquí?
Tenían ya montado EL TIBURÓN, que sonaba muy bonito,
porque entre otras cosas ese Jaime era muy malicioso pa'l sonido.
—Necesitamos
un tema pa'la costa, pues ya casi comienzan los carnavales.
Entonces a mí se me vino la idea de EL
TIBURÓN, lo grabamos, y el número quedó muy bueno; en la ITALIAN JAZZ
figuraban músicos como Miguelito Ospino, que era un trompetista de otro
mundo....y muchos otros todos muy buenos.
Yo grabé a dúo con Félix Mercado, y a trío con Bobby Ruiz y
Bobby Garzón; después me dijeron:
—Necesitamos
un tema pa' Cali.
Y entonces hicimos con la orquesta de Tomás
Burbano, RICA LA CAÑA:
Rica la caña, rica la miel
como tus labios linda mujer
como tus
labios linda mujer....
La orquesta en realidad se llamaba LOS CABALLEROS
DEL RITMO, donde figuraba Miguelito Ospino, Ramón Paniagua en el clarinete y
otros que no recuerdo; y no era orquesta de grabación, pues se presentaba en el
Club Miraflores, en El Bosque, el Cerro Nutibara, y era un grupo muy querido
por la gente; y es que LOS CABALLEROS DEL RITMO tenían muchos elementos de LA
BANDA PANIAGUA, la de La Loma.
En aquel tiempo los dos cantantes que más
vendíamos, éramos Rómulo Caicedo y mi persona; y recuerdo que un día Rubén
Darío Gómez, pasó por aquí por Medellín puntiando La Vuelta a Colombia, y me
dije:
—Este
muchacho va a ganar la carrera. Y compuse:
Se llama Rubén Darío Gómez nuestro campeón
y Colombia felicita esta gran revelación
su título conquistó con vehemencia y
poderío....
Rómulo Caicedo me la escuchó y me dijo: —Hombe, yo
canto ese tema.
Lo grabó, lo lanzaron pa' Pereira y eso se vendió por toneladas,
y eso que todavía faltaban varias etapas pa' que Rubén Darío ganara; Rómulo
Caicedo a mí me grabó 35 números.
Félix Mercado era un muchacho gordito él,
barranquillero.
Edmundo Arias era todo un señor, era
una maravilla, la íbamos muy bien, y pa' todo él me llamaba.
Joaquín y Agustín Bedoya me han grabado temas; y Germán
Rengifo me grabó una canción llamada DE HOY EN ADELANTE y con las regalías de
este disco, hice mi primera casita; esta rabación fue hecha en mi propio sello, Lucho, que en ese tiempo se llamaba
Gol, y tenía de emblema una portería de fútbol.
Estoy apegao a Jesucristo, estoy tragao de ese gran
personaje, y creo que en la vida perdí mucho tiempo y oportunidad de
haberle llevao mensaje a la gente, pues Jesús es el único amigo que hay, que
perdona, que no traiciona, yo en un tiempo me dediqué al licor, a las mujeres,
a las parrandas, a la música vulgar, y yo con la música vulgar levanté toda mi
familia, pero creo que perdí todo aquel espacio de tiempo.
En el bar Canadá, me amanecía jugando billar con
José A. B edoya, quien era muy buen billarista, pero se le salía la trompa
cuando no hacía carambolas.
Luis Carlos Jaramillo fue una llave mía, me
grabó muchos temas; incluso yo he querido que los músicos nos unamos para que
todas estas personas relacionadas con el medio, que estén en condiciones
económicas deficientes, tengan un futuro, que no tengan qué depender de nadie,
que tengan un subsidio, como Luis Carlos, como Leonel; esto lo he solicitado al
Gobierno, a SAYCO.... y yo sé que se va a cumplir, porque es que nosotros los
viejos ya trabajamos, ya dejamos la música para que otros la canten; y aquí
todos estamos olvidados por las fabricas de discos y por las emisoras que solo
pasan música extranjera.
A mí me ha gustado toda la música de Colombia, el
bambuco, el pasillo, el porro, la cumbia, todo lo nuestro, y yo me pongo a
pensar:
—
¿Cómo es posible que esta música en nuestra
Colombia, donde la sabemos hacer, donde la sabemos construir, no le paran
bolas?; y en cambio en otras partes del mundo, se mueren por ella.
Una hija que tengo en Estados Unidos, me dice que
allá la
música nuestra es un furor; pero aquí las fábricas dicen que los discos no se
venden, cuando todos sabemos que ellos hacen intercambios de cintas con
empresas internacionales, pero al músico colombiano no le dan un peso; lo
cierto del caso es que yo seguiré pidiendo a gritos, que el artista debe tener
un apoyo del Gobierno, de las casas
disqueras, de las emisoras, de la televisión, pues el artista viejo se
merece algo, ya trabajó y ya se mató haciendo música.... y no merece morir como
un perro.... y yo sé que algún día nos van a escuchar. Quisiera que algún día
aquí en Antioquia, se hiciera en un estadio el festival del artista viejo, así
como lo hacen los acordioneros vallenatos, y seguramente sería un éxito, pues
con la solas familias de nosotros.... llenábamos el estadio, ja, ja, ja, ja,
ja.
En nosotros sí influyó Guillenno Buitrago con
su anticompás, estilo que es muy difícil para el muchacho principiante, pero yo
me le pegaba al anticompás que daba el marcante de Buitrago y aprendí a cantar
toda la música de este gran jilguero; y con eso nada más, trabajaba viernes,
sábado y domingo.
Cuando yo estaba iniciando alterné con
Alberto Rossi en La Voz de las Américas, y recuerdo que yo canté un bambuco, y
él interpretó EL ESQUINAZO; también canté en La Voz de Me-deflín.
En ese tiempo las canciones de gran éxito, era
las que daban más plata; y las que me dieron más plata en la música parrandera
fueron: CHUBACHE PECH, LA CAMA VIEJA, TUS DESPRECIOS, MI CABANA, LA JAULA y
muchas más; pero la que más me dio plata, fue la música grosera.
Con uno de los músicos que más me gustó grabar fue
con Leonel Ospina, que era de mi conjunto y nos presentamos en Amagá—su tierra
natal—; recuerdo que su primer disco, Leonel lo grabó conmigo, pero después lo
buscaron de Silver; incluso cuando ya era famoso volvió a presentarse en Amagá,
y me buscó a mí para que lo acompañara.... y la presentación de ese muchacho
allá, en ese tiempo, fue la locura.... eso fue una locura; en ese tiempo un
artista podía vivir de las presentaciones, sin embargo esto para mí pasó
desapercibido.
Leonel Ospina era un ídolo, y recuerdo que el famoso
guitarrista Pibe Campos, se puso a verlo puntiar con esa velocidad, esa
técnica, esa precisión y me decía:
—Ve, me da
hasta escalofrío.
Yo era técnico de grabación en Ondina, cuando Gildardo
Montoya grabó MARÍA ELENA, EL CHOFER Y LOS BIZCOCHOS y un poco'e temas que
pegaron mucho.
Nino Panlagua, es un hombre leal y era quien tocaba el
acordeón en EL LOCO ROCK AND ROLL, hoy en día es evangélico también, buena
gente, super persona; y yo no se hermano, pero las personas que caminan con
DIOS, en un cien por ciento, no se ponen viejos, todo les sale bien, no tienen
tropiezos, así que Nino es una gran persona, y el acordeón.... lo toca mejor
ahora que antes, también le canta a DIOS con un super conjunto; y él le enseñó
muchas cosas a Gildardo Montoya en el acordeón. Cuando Gildardo murió a mí me
dio muy duro, porque nosotros lo queríamos mucho, y era una figura que le puso
mucha vitalidad a la música parrandera.
La música parrandera en aquel tiempo pegaba más que ahora,
pues ahora la tienen en un segundo plano; sin embargo cuando llega diciembre,
todo mundo vuelve a las guitarras, porque recordar es vivir, entonces todos
vuelven a la música parrandera vieja.
José A. y Joaquín Bedoya son unos punteros extraordinarios,
pero yo nunca olvido —será porque he hecho tantas grabaciones con él —a
Ricardo González, El Compa Langus, de quien he dicho que es la mejor guitarra
que toca toda clase de ritmos; es una eminencia para la guitarra y le acompaña
a uno toda clase de melodías, con buen sabor, siente y vive la música; y el
otro que está en primer lugar es Leonel Ospina.
En cierta oportunidad yo estaba enfermo y había un
turno pa' grabar en discos Silver; Antonio Posada quería que yo le grabara QUE
LO DIGA ELLA, pero tal vez por mi enfermedad no lo hice yo y en cambio lo grabó
él con extraordinario éxito".
hay una canción de LUCHO YEPEZ de música de carrilera la cual tiene por titulo negros celos que canción tan verídica la escuche entre 1965 y 1966 yo creo que es una de las mejores canciones que yo haya escuchado y incluso la tengo en mi álbum de música porque es una canción muy bonita este señor LUCHO es un maestro
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