No sé si hubo intervención de Don Agustín, pero lo
cierto es que cuando llamé telefónicamente a su hermano Joaquín Bedoya, éste,
muy amablemente, me invitó a que pasara por discos Victoria —empresa donde
labora— para darme la información que a bien tuviera; llegué hasta esta
fábrica, y efectivamente Don Joaquín tenía muy presente la visita; el diálogo
se inició sin mucho preámbulo.
Don Joaquín es un hombre serio, pero amable y no tan conversador
como su hermano Agustín —tal vez por la premura del tiempo—, pero dispuesto a
dar los datos necesarios para nuestro trabajo; claro que por sus amigos, yo sé
que es tan jocoso como Agustín.
“Yo nací en febrero 10 de 1943 en la población de Frontino,
Antioquia; soy el menor de mis hermanos, y cuando llegamos aquí a Medellín
estaba muy pequeñito, tan pequeñito que ni siquiera me acuerdo. Más adelante
estudié en la escuela primaria Marco Fidel Suárez de Bello, y posteriormente
hice el bachillerato en la Pontificia Bolivariana de Medellín.
Yo creo que esto de la música me viene de ver que uno de
mis hermanos—José A. —, estaba en gran apogeo musical; tal vez uno se va pegando ahí y comienza a gustarle
también la música parrandera; yo recuerdo que José Bedoya se iba a trabajar a
Fabricato y dejaba la guitarra puntera debajo de la cama; yo llegaba de la
escuela, cogía la guitarra, y le reventaba dos o tres cuerdas; por la tarde él
venía a ensayar y entonces decía:
—Hombe,
¿quién le reventó las cuerdas a esta guitarra?
Y mis
hermanas que me 'alcagüetiaban', respondían:
—Pues será
usté hombe, porque aquí nadie ha tocao esa guitarra.
Hasta que sucedió lo que tenía que suceder, pues
un día me cogió con la guitarra en la mano....
— ¿Usté es
el que me está reventando las cuerdas?
Y en lugar
de enojarse, me dijo:
—Vea
Joaquín, si usté quiere aprender a tocar guitarra, hágalo pero despacito, no
muy duro, no hay necesidá de reventar las cuerdas y ahí va aprendiendo.
En ese tiempo no se usaban las cuerdas de nylon,
sino que el encordao era de acero y eso se reventaba muy fácil.
—O sea
Joaquín que si quiere aprender, hágale suave, porque si me revienta las
cuerdas, me vara a mí pa' las grabaciones.
Entonces ahí aprendí, fui sacando introducciones,
y no seré un maestro en la guitarra, pero aprendí a tocar afortunadamente; José
A. Bedoya viene a ser como mi primer maestro.
En cierta ocasión, el conjunto de mi hermano
tenía una presentación en un colegio de Bello; entonces fueron por mi hermano a la casa Neftalí Alvarez y José Muñoz; mi hermano
no llegaba, ellos estaban muy preocupados y de pronto me dice Muñoz, quien ya
me había escuchado tocar:
—Hombe,
¿cómo se siente usté pa' puntiar esa guitarra?; pa' que puntiemos lo de José
A., lo de Buitrago y otras cositas.
—Hombe,
¡yo no sé!
Estaba yo 'pelaíto', como de doce años apenas, y
Muñoz me dijo:
— ¡Vámonos!
De todas maneras esperamos un rato, hasta que agregó:
—Vámonos,
y al menos cumplimos; Joaquín, ¡coja la guitarra!
Lo cierto es que en el colegio ese hicimos una
presentación normal,
donde yo puntié los números que tenía José A. en apogeo en ese tiempo, algunos
de Buitrago, y ellos salieron del paso; entonces me cogí ya un poco de
confianza.
Después de esto, Don Otoniel Cardona —el dueño de discos
Victoria—, en ese tiempo no tenía fábrica, sino que era socio en Sonolux, donde
grababa mi hermano José en el sello Lyra; entonces en cierta ocasión le
preguntó Don Oto a José Muñoz:
—Hombe,
¿no habrá por ahí hombe, un hombre que cante parecido a José Bedoya?
— ¡Claro
que sí Don Oto!, yo lo tengo; vea, y le aseguro que si no es mejor, es igual.
— ¿Cómo
así?, dígale que venga.
Entonces yo fui; en ese tiempo uno le daba las
'demostraciones' en un almacén de discos que él tenía en Guayaquil; esto era
para grabar con discos Victoria y no con Sonolux; yo llegué un sábado, con la
guitarrita que José me prestó pa' que fuera, y me dice Don Oto:
—Hombe,
puntéese ahí, cualquier disco de su hermano.
—Hombe,
¿por qué no se puntea algo de Guillermo Buitrago?
Yo estaba muy 'pelao', entonces Don Oto habló con
Muñoz:
—Bueno,
usté ya lo trajo, y me parece muy bien la cosa.
Entonces a Don Otoniel le debo el que me haya sacado
del anonimato; José Muñoz compuso para mí en ese tiempo un tema llamado EL ESPANTO, que
se acopló con DESCONFÍALE A LAS MUJERES, y sobre todo el primero, se convirtió
rápidamente en un éxito que se vendía por toda parte; durante algún tiempo
grabé discos de 45 R.P.M., hasta que ya salió el L.P.; y aquí voy, aquí 'por
los laítos' como decimos.
Después de que yo grabé mis dos primeros temas, entonces
empecé a componer y saqué uno que se llama EL RELOJITO, después EL FIAMBRE DE
ESTELA, y posteriormente grabé temas de José Muñoz, Neftalí que también
componía y muchos otros.
En aquella época de mi hermano José, se
reunían varios músicos a tomarse unos 'guaritos', y el uno decía:
—Tengo
esta letrica, hombe, pero no la he terminao.
Y entonces
ahí charlando, alguno agregaba:
—Hombe
ponele esto; o ponele esta otra cosa.
Y así iba saliendo el número; claro que se respetaba el
tema de la persona y él quedaba de compositor, ¡claaaro!; el número lo llevaba
Muñoz y todos le decíamos alguna cosita, pero el tema era de José Muñoz; eso
sí—y hay que decirlo—, el más creativo era José Muñoz, pues EL MECEDOR, DIEZ
AÑOS DE PLAZO, y muchos y muchos éxitos los componía MUÑOZ y José Bedoya les ponía
la música; pero en realidad, el más grande compositor del grupo era José
Muñoz.
Fuera de guitarra yo toco un poco de tiple y lira,
pero me gusta más la guitarra.
Entre las composiciones mías que más han gustado podemos
mencionar LA DULCE TOMA, EL FIAMBRE DE ESTELA y muchas otras que me las han
interpretado grupos grandes como EL COMBO DE LAS ESTRELLAS o LA BANDITA. Para
componer estos temas a uno le sirve cualquier frase; un chiste por ejemplo, puede dar origen a una letra, pero
sabiéndolo aplicar
y poniéndole un poco de malicia; por ejemplo LA DULCE TOMA es una cosa
imaginaria, donde uno le pregunta a un curandero:
— ¿Qué me
estará pasando?
Y él me dice:
—Compañero,
a usté lo están 'enyerbando'.
EL FIAMBRE DE ESTELA dice:
Pélelo en una manga y no importa que esté duro....
Eso se refiere a aquellos paseos de olla, en las
mangas, donde la gente llevaba los fiambres y se bañaban en esas quebradas; entonces
de ahí salió EL FIAMBRE DE ESTELA,
Pélelo en una manga y no importa que esté duro....
Siempre poniéndole un poco de picardía, claro
que no muy fuerte, porque si uno lo hace muy vulgar, no sirve para las casas, pues
en las casas hay niños; lo mismo que con las carátulas, la casa disquera se
cuidaba un poco y sólo las sacaba insinuantes, pero no mostrando todos los atributos de las mujeres,
porque esto tampoco se podía llevar a la casa, donde las iban a ver los niños.
La Curia —al principio— molestaba mucho con lo del doble
sentido; claro que a uno no le ponían problema, se lo ponían a la compañía que
estaba vendiendo el acetato; ellos mandan la carta, diciendo que'l disco está
muy fuerte y todo eso; pero la vaina es que cuando paran la distribución, es
cuando más se vende el disco; claro que esto ya no pasa, y antes ahora le dicen
a
uno:
—Cántate
el más grosero que tengas ahí hombe.
El grupo de nosotros es de los primeros que le pone
la malicia a las canciones, y se componía mucho número jocoso; incluso mi
hermano José tiene un L.P. que se llama RÍASE BAILANDO. Un disco como EL
CONDUCTOR:
Le tocaba el arranque y nada
yo le daba manivela y nada....
Ahí no está diciendo ninguna grosería, pero ahí está
el doble sentido.
Yo no me acuerdo cuántas composiciones tengo; fíjese
que a veces oigo un disco y preguntan de quién es; y tengo que sacar el disco y
decir:
— ¡Sí hombe,
este disco es mío!
Porque sinceramente ya no me acuerdo. Fuera de
parrandera, yo compongo otros tipos de música, como rancheras, por ejemplo
un corrido que me grabó Rómulo Caicedo; y en otros ritmos, LA JUVENTUD me la
cantó EL COMBO DE LAS ESTRELLAS, claro que ésta es del difunto Gildardo Montoya
y yo; Policarpo Calle me grabó LA NEGRA CONTENTA.
En un sentido, nosotros nos apoyamos en Buitrago; él hacía
sus grabaciones en Cartagena, pero con su sabor costeño; aquí se hizo lo mismo,
pero antioqueño y poniéndole el doble sentido; claro que hay algunas melodías
de Buitrago que también tienen cierto sabor malicioso.
A nosotros en diciembre nos contratan mucho, sobre
todo para el eje cafetero, para Cali, todo el Valle, pues por allá gusta
mucho la música parrandera; aquí en Antioquia gusta también, pero no hacen
contratos porque les parecen muy caros y quieren que una presentación sea por
cinco o diez mil pesos; aquí no se valora al artista antioqueño.
Los artistas de orquestas eran nuestros amigos, y
nosotros éramos muy
conocidos de: Lucho Ramírez, Alberto Granados, era una familia entre todos los
artistas de Sonolux.
Cuando nosotros sacábamos un tema y este tenía algún
mensaje —sobre todo picaresco— entonces se lo daban a una orquesta, como en
el caso de LA BANDA DEL VECINO de José Muñoz que la grabaron LOS GRADUADOS con
Gustavo Quintero; y a nosotros nos gustaba que esos discos los grabaran las
orquestas, ¡claro!
Anteriormente uno grababa un disco doble sencillo de
45 R.P.M.; uno cobraba por decir algo trescientos pesos, que eran como ahora
doscientos o trescientos mil pesos por dos temas; claro que cuando la empresa
le paga a uno en esa forma, ella queda con el derecho de explotar el número como
quiera, y si el disco tiene acogida, cada seis meses le liquidan —al autor— sus
regalías.
En el tiempo de José—mi hermano—, estaba también Carlos
Muñoz, Antonio Posada, Leonel Ospina; era una misma cosa, pero se hacía mucha
música.
Yo no iba al bar Canadá, porque yo estaba muy 'pelao',
pero allá era donde se reunían todos los músicos; a mí me tocó fue el bar Nueva
York, que creo todavía existe y queda por ahí por la calle Colombia, con
Cundinamarca.
En mi conjunto yo he tocado la guitarra puntera y la
fábrica se
encarga de buscarme quién toque lo demás; en realidad no he formado un grupo
permanente. Yo he hecho algunos temas pa' Codiscos, Fuentes, pero casi siempre he
grabao para discos Victoria; casi toda mi producción ha sido para Victoria.
Entre los bajistas destacados que me han acompañado, estuvo
el difunto Jesús Vanegas, y por supuesto Don Luis Eduardo Gutiérrez; claro que
últimamente lo ha hecho Miguel Nova, quien lo toca muy bien. En los bongoes
siempre me acompañó Jairo Gómez, lamentablemente en los últimos días ha estao
como muy ocupao, no sé qué pasa, pero no se deja ver mucho.
Tampoco sé cuántos discos he cantao, pero tengo 47 discos de
larga duración.
Vega del Río era un letrista importante; a
él le canté unos temas: DOMINGO DE CENIZA y otro que no recuerdo. Arturo Ruiz
del Castillo es una buena persona, pero yo no le he grabao canciones.
Uno como director artístico se equivoca, y a veces
rechaza una obra que después resulta un gran éxito; eso de escoger la música es
un asunto muy jodido; aquí nos ha pasado, se rechaza una canción:
—No, eso
no sirve, no es comercial; ¡no!, eso no se graba.
Se va el tipo pa' otra empresa, y empieza eso a véndese por
toda parte, y lo coge a uno ese remordimiento tan tremendo; pero tampoco se
puede grabar cualquier vaina, porque entonces la empresa pierde plata, pues eso
no se va a vender.
A los discos compactos pasan muy poquitas
grabaciones de los elepés, pues de cada uno se toman dos o tres temas para
hacer el compacto; al tiempo —de pronto— sacan otros dos, para hacer otro
compacto; ahora se usa mucho hacer 'refritos', que es simplemente copiar
canciones que otros han sacao, entonces el cliente tiene para escoger cuál
versión le gusta más.
En la música parrandera yo admiraba mucho a Antonio Posada,
aquel que cantaba EL GRILLO; yo estaba muy 'pelao', pero me tocó verlo de
'culebrero' por ahí por Guayaquil; claro que no fui amigo de él, pero Agustín y
José —mis hermanos— sí lo distinguían bastante.
El estilo de José A. tuvo mucho que ver en el modo
de cantar de Agustín y yo, ¡claro que sí!; el modo de puntiar de José y el
mío, es el mismo, pues al fin y al cabo él fue el que me enseñó; él no me dio
clases, sino que yo le iba escuchando y así me fui formando, y le fui sacando
como el saborcito a las melodías que él tocaba.
Un día yo me estaba tomando unos tragos en una
heladería, cuando se acercó Gildardo Montoya y me dijo:
—Hombe
¿usté es Joaquín Bedoya?; lo que pasa es que yo tengo unos numeritos y quiero
mostráselos, a ver si usté me los puede grabar.
—Hombe
tendrías que ir directamente a la fábrica, mostrarle las obras al director
artístico y decir que usté quiere que yo se los cante.
Entonces él vino aquí a Victoria, le mostró las canciones al
'patrón' y le escogieron los números; entonces grabamos: COLGUÉ LA GUITARRA y
otro tema de respaldo, y eso salió vendiendo parejo; entonces Gildardo trajo
más composiciones, después empezó a cantar y lo demás ya es historia; Gildardo
no puntiaba, pero tocaba acordeón.
No siempre que salíamos a tocar, teníamos que tomar
licor; es más, la mayoría de las veces no tomábamos.
Neftalí Álvarez ha compuesto mucho; él tiene parranderos,
boleros, rancheras, que no será exagerada la cantidá, pero sí tiene, y buenos.
Yo nunca traté a Luis Carlos Jaramillo, y su
música es diferente a la nuestra, pues a él le gustaban mucho los instrumentos
de viento.
Sí grabé con Alejandro Sarrazola, pues él me hacía
los coros o tocaba el güiro, y sobre todo era un buen animador.
En las grabaciones —con frecuencia— había que
repetir; en esa época sólo existían dos canales y no es como ahora que hay 36
canales, y usté en cada canal pone un instrumento; en ese tiempo éramos todos 'de un tiro', y si se
equivocaba alguno, todos teníamos que repetir el número; que si fulano no
entró a tiempo, vuelva y repita; claro que en esa época se ensayaba, ahora es que
ni ensayan, pues por un canal está la trompeta y si se equivoca, lo repite
sólo el trompetista; el maestro Edmundo Arias por ejemplo, decía que a él le
gustaba grabar 'en bloque', porque esto transmitía calor humano, y además
inspiraba más al músico y se hacían las cosas con más sabor; y repetía:
—No se
limiten a lo que yo les escribí ahí.
En cambio ahora sólo hacen lo de la partitura.... y
mañana vengo por el cheque.
La música parrandera se hace con partitura, sólo cuando
lleva instrumentos de viento.
Yo tomo traguito, pero pa' grabar no me puedo tomar
un trago; fíjese que
un sábado íbamos a grabar y yo me encontraba afónico; entonces me dice Pedro
Nel Isaza:
—Ve,
andáte aquí a una tiendecita, echáte un aguardiente doble y verás que te deja
la garganta como nueva.
Pues sí señor, yo fui y me tomé el aguardiente doble....
y cómo le parece que se me fue la voz,
quedé completamente mudo; el 'patrón' —Don Oto— me dijo:
—Hombe,
tómese una soda.
Me tomé la soda, y tuve que esperar como dos horas pa' que
me volviera la voz; o sea que si yo me tomo unos aguardientes pa' grabar, me
queda como la lengua pesada y no me salen las palabras; entonces pa' qué voy a
tomar eso hombe.
Nunca en esta empresa me han rechazado obras que he
traído pa'
grabar, y es que uno desde que está haciendo su canción, sabe si tiene algún
mensaje; y si uno no le ve mensaje, entonces pa' qué pierde el tiempo
escribiendo eso.
La música parrandera 'maquillada' para presentarla en el
exterior, no funciona; se ha hecho el intento con violines, trompetas,
clarinetes y queda una belleza, pero no funciona; el público no acepta esa
cosa, y antes lo critican a uno.
—Hombe
usté está dañando la música parrandera, eso no se debe tocar sino con guitarras.
La música parrandera tuvo un tiempo en que se olvidó, en
que la gente buscaba las orquestas y otro tipo de música; yo digo que fue el
señor Antonio Lozada de Caracol, quien puso la música parrandera arriba, pues
él montó un programa que se llamaba ÉXITOS DE PARRANDA, y con él comenzó a
subir otra vez la música parrandera.... y entonces aparecieron los parranderos
de: La Voz de las Américas, Radio Paisa, Rumba Estéreo y otras.
Hay mucho cantante nuevo de música
parrandera, pero no es conocido; para que a uno lo conozcan tiene que imponer
un éxito; llega uno a una discotienda y dice:
—Hombe
¿qué ha salido aquí nuevo de parranda? —Aquí salió un disquito de 'picubino
picubina'.
—No hombe,
ese no lo conozco yo; dame mejor uno de Joaquín o Agustín Bedoya.
Cuando actuamos o cantamos José A. y yo,
cada uno puntea sus números".
Según comenta el poeta y periodista Oscar Sutero, la
primera grabación de Joaquín Bedoya (donde exhibía ya su singular swing) se
denominó "El entierro", y se
publicó aproximadamente en 1960. Entre sus canciones más conocidas viene al
caso mencionar: "El corbata gastador", "El doctor
sardinero", "El farol borracho", "El ñanga, ñanga",
"El doctorótico", "La bicicleta de Lola", y "El
fiambre de Estela".
Joaquín Bedoya, al lado de Adriana Holguín y José Muñoz,
también ha integrado el peculiar conjunto "Los Raros", artistas
exclusivos de Discos Victoria, agrupación bautizada así en 1975 por el tantas
veces citado, e importante representante de la música festiva, Gildardo
Montoya. A ellos pertenecen importantes piezas como: "El lamento del
pasajero", "El lamento de las sirvientas", "Conociendo a
Medellín", "El Trompi Rojo", "Lamentando el matrimonio", "Que baile el gitano" y más recientemente el tema "Vamos a metriar" acompañado por José Muñoz y Adriana Granada..
Acá te dejo ALGUNOS VIDEOS:
Me imagino montando la moto que rifa Kymco, con ese color rojo y ese diseño bien bacano. http://on.fb.me/Kymco
ResponderEliminargenial juaquin bedoya
ResponderEliminarQue rico fuese que este género musical de nuestra linda Antioquia. se difunda acá en la Argentina para que los diciembres sean alegres, porque este paìs ha sido generoso con la música colombiana como por ejemplo la cumbia y ahora con la salsa se están apropiando de ella. Y la bailan superbien.
ResponderEliminarTu, pudes difundirlo, mejor que nadie,cada uno somos embajadores y representantes de nuestro pais donde quiera que vayamos o estemos.....hay se lo dejo de tarea,saludos a ti y a todos mis paisanos, diseminados por el mundo entero igual tarea para ellos,desde Barcelona Catalunya.
EliminarUna lamentable pèrdida el día de ayer este gran intérprete antioqueño. Paz en su tumba.
ResponderEliminarinolvidable parrandero junto con gildardo montoya talves y sin temor a equivocarme los mas grandes exponentes de la musica parrandera de nuestro hermoso pais,paz en la tumba de los dos.y gracias por ese legado.
ResponderEliminarBuen dia, estoy interesada en adquirir el libro, mi pap es coleccionista, tiene demasiada musica y es muy conocedor de la musica vieja, parrandera, mexicana, me gustaria obsequiarselo, agradezco me contacten para comprarlo.
ResponderEliminarNe cesito el libro, favor contactarme al cel 3003864828
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