Biografía de Jesús Vanegas
Absolutamente todos los cantantes de la música
parrandera conocen a dos personajes, que fueron baluartes en este tipo de
ritmos : Jairo Gómez y Don Jesús Vanegas; de Jairo ya hemos hablado, pero Don
Jesús Vanegas está siempre en la opinión de los músicos, los vocalistas y los
compositores de lo parrandero; y algo que me ha llamado la atención, es que de
este guitarrista primero y luego bajista, siempre se habla con respeto, y
ninguno de los entrevistados en este trabajo, se refirió a él como Jesús, sino
que siempre lo trataron de Don Jesús; al parecer, además de ser inmenso músico
y formar parte de uno de los tríos antológicos de Antioquia —EL TRIO PALMAR—, y
de ser uno de los grandes, y tal vez el más grande de los bajistas en la
música parrandera, este caballero, como que era todo un señor, un amigo, serio,
cabal, buen compañero, sin problemas y siempre
dispuesto a colaborar; y es muy bello, cuando uno conversa con los artífices
de esta música de parranda y todos hablan de este señor, como si fuera alguien
más de la familia, y algunos incluso esbozan un rasgo de nostalgia cuando
dicen: ¡era un amigazo!
Lo cierto es que Don Jesús Vanegas, con su muerte, dejó en
sus amigos músicos ese recuerdo grato, que paga absolutamente todos los pequeños
errores que como humanos, pudimos haber cometido; Don Jesús, fue el músico
parrandero querido por todos.
Y en la casa de una de sus hijas, fui atendido muy
amablemente por su esposa, la señora Alicia Correa viuda de Vanegas; pero lo que me
llamó mucho la atención, es que cuando otros de la familia se dieron cuenta que
yo estaba hablando de Don Jesús, lentamente se fueron incorporando a la
conversación, y la entrevista terminó compartida entre la esposa, una hija y
tres nietos de Don Jesús, quienes en medio de su queridura, esto me manifestaron:
"Jesús Vanegas nació el 2 de febrero de 1927, en Concordia
(Antioquia). Desde que tenía 8 años era muy aficionado a la música, y como se
crió en Amagá, entonces se metía a la iglesia a escuchar la música religiosa.
Los padres de Jesús eran, Antonio José Vanegas y Rosa María Colorado, que
tuvieron 5 hijos, entre los cuales Jesús era de los mayores; él estudió en
Amagá, y allá comenzó con un tiplecito que le regaló el papá, quien le había
visto el entusiasmo por la música; las primeras clases que recibió se las dio
un señor Francisco García, le enseñó tonos, él anotaba y lo primero que aprende
es tiple; a los 13 años ya consigue una guitarrita y salía por ahí a tocar, lo
buscaban para serenatas y tocaba en los campos con el señor que le enseñó.
Se oyó decir que el papá de Jesús tocaba trompeta en bandas
de pueblo, pero creo que ningún otro familiar tuvo que ver con la música.
Jesús se viene para Medellín finalizando la década del
40, mejor dicho en el tiempo que existía 'la chusma', época de la violencia; y
se vino con toda su familia, la cual llegó al barrio Santa Cruz.
Jesús entonces, con unos amigos, forma EL TRIO PALMAR;
quiero anotar que a él, no le gustaban las serenatas, y sólo participaba en las
que me traía a mí. EL TRÍO PALMAR era trío de grabación, y su primer éxito fue
ENGAÑO Y OLVIDO, compuesto y cantado por Jesús Vanegas.
No he dicho que el primero que le ayudó a mi
esposo cuando empezó en forma con la música, fue el letrista Vega del Río, a
quien conoció en las casas disqueras.
Jesús primero formó EL TRÍO PALMAR, con Bertulfo
Londoño y Nano; después hace un dueto llamado LOS BRUJOS, y con Horacio Galeano
forma el dueto LOS MAÑANEROS; pero en su carrera artística él participó en
muchos duetos y tríos, siempre tocando la guitarra, pues ya había dejado el
tiple.
Es composición de Jesús Vanegas un disco muy
famoso y que todavía se escucha, CARTA A UN SOLDADO.
Por ahí en 1960, mi esposo se dedica a tocar bajo, y no
volvió a interpretar la guitarra, pero a veces Miguel Nova lo llamaba para que
tocara cuatro.... pues Jesús también tocaba cuatro; y si él tocaba este
instrumento, entonces Nova hacía el bajo.
Jesús acompañó con el bajo a LAS TRIGUEÑITAS, LAS
HERMANAS CALLE, José Muñoz, José Bedoya, Agustín Bedoya, Joaquín Bedoya, LOS
RELICARIOS.... y mucha, pero mucha gente.
Al primero que conoce en la música
parrandera, muy recién llegado a Medellín, es a José Muñoz, y después a Neftalí
y José Bedoya, Agustín y Joaquín; pero él grabó muchísimo con Gildardo Montoya
y desde que Darío Gómez empezó, Jesús grabó con él y mucha gente no sabe que
fue el arreglista de NADIE ES ETERNO. ... y fue el arreglista de muchas
canciones, pero eso no figura en los discos.
Yo conocí a Jesús en 1952, cuando tenía un año de llegado a
esta ciudad, y en el 53 nos casamos.... y tuvimos 9 hijos.
A mi esposo le gustaba grabar, o se entendía muy
bien con Agustín Bedoya, Joaquín Bedoya, Gildardo Montoya, pero con el que no
le gustaba era con Rómulo Caicedo, dizque porque era nuy necio en la música, y
siempre llegaba a la casa diciendo:
—Nos
pasamos toda una noche en el estudio y no pudimos grabar, dizque porque eso no
era así.
Jesús también acompañó a John Mario Londoño —el de LOS
CORRALEROS—, incluso en música evangélica.
Yo le comento lo que él me comentaba; cuando iban a
grabar en Sonolux, como Edmundo Arias era un bajista fino y no le jalaba mucho
a la música guasca, si en la grabación se ocurría cualquier melodía de
carrilera, entonces decía:
—Vanegas,
vení toca vos el bajo, que yo me saco un ojo; con esa música.
Y lo llamaba mucho para que le trabajara, y fueron
grandes amigos; pero también tuvo muy buena relación con Luis Uribe Bueno y
muchos otros, pues Jesús fue un hombre muy apreciao.
Nunca le gustó hacer giras con conjuntos,
inclusive Agustín y Joaquín que en diciembre salían por mucha parte, lo
invitaban, pero él nunca fue, pues en parte era tímido, pero yo creo que como
sufría de 'gota várice' y por este motivo se le hinchaban los pies, entonces le
era muy mortificante estar tantas horas de pie.
Las grabaciones siempre eran de noche, y ésta era
la única forma como Jesús se trasnochaba; porque cuando ya comenzaron abacerías
de día, él nunca se trasnochaba.
Jesús comentaba que las disqueras poco le pagaban; eso
como que era por centavos que se trabajaba, dos centavos, cuatro centavos, diez
centavos; sin embargo él nunca se negó a trabajar, porque sí habían unos que muchas
veces se negaron.... pues era muy poquito el pago; de regalías a él le daban
muy poco.
Jesús realizó más de 200 composiciones, lo que pasa es
que muchas no las sacó; y con Gilberto Mesa se unió colocando música y
arreglos, a letras de este señor Gilberto.... como en EL TÁBANO.
A Gilberto Mesa le llegan regalías de las
canciones que hicieron entre los dos, porque Gilberto vive allá en SAYCO peliando
y enterado de las cosas, pero a uno no le llega
nada, y Gilberto además tiene muchas composiciones.... pero vea, de
Victoria —que es la que menos paga—, le llegan a uno dizque 4.000 pesitos, o
3.000, inclusive yo ni voy, porque a uno le da pena, ir a reclamar esa miseria
que no alcanza ni pa'l pasaje; también Jesús tiene dos numeritos en Dago, y ese
da 8 o 9.000 pesos, más que en Victoria... pero eso es muy poquito.
NADIE ES ETERNO es de Darío Gómez, pero Jesús le corregía
la letra, la música, en fin, mejor dicho, Jesús fue el arreglista de esta
canción, que fue un 'palo'; esa noche que grabaron NADIE ES ETERNO, Darío
Gómez le preguntaba:
—Vanegas,
¿cómo te pareció la grabación?
— ¡No hombre
Darío!, ¡eso va a ser un 'palo'!
Y cuando Jesús estaba en la cama, ya enfermo,
el disco sonaba por toda parte.... y efectivamente era un 'palo'.
Darío Gómez una vez le mostró la letra de una canción
que no tenía título y fue Jesús quien le dijo:
-Póngala PENSANDO EN ELLA.
Y así la
puso.
Mi esposo comenzó a sufrir de la presión como en
1985; visitaba el médico que SAYCO le asignó, porque qué vamos a decir, SAYCO
se portó muy bien con él, le pagaron la clínica, droga y médico; después Jesús
empezó a sufrir del corazón y se complicó con hígado y ríñones, y esto lo
postró a la cama; y de eso murió, del corazón, el 19 de enero de 1992.
Jesús Vanegas fue muy amigo de Arturo Ruiz del Castillo
y participó de muchísimas grabaciones de obras de este señor.
Mi esposo fumaba y tomaba licor en su juventud, pero
había dejao
estos vicios ¡hace muchos años!; pero como que en las casas disqueras donde ya
tenían confianza, les permitían tomarse unos tragos mientras trabajaban, pues
muchas veces llegó copetoncito, y otras veces como que la seguían después de
las grabaciones, pero cuando dejó el trago.... lo dejó pa' siempre.
Todos los músicos se reunían en un bar
llamado El Canadá, y allá era donde los encontraban para trabajar, pues como en
ese tiempo no había teléfono en la casa, en ese sitio la gente sabía que los
encontraba a todos, y entonces allá iban a buscarlos.
Jesús hablaba muy bien de Gildardo Montoya, y le dio
muy duro la muerte de este muchacho; Gildardo pa' grabar no lo llamaba sino a
él, y decía:
—Es que si
no es con Vanegas, yo no grabo más bien.
Incluso, muchas veces Jesús estaba ocupado en Victoria o en
Fuentes, y le dejaban la pista para que grabara después; en resumen, él hablaba
muy bien de Gildardo.
Con Leonel Ospina mi esposo grabó
muchísimo, MARÍA TERESA, EL JARDINERO, YA NACIÓ EL NIÑO.... y toda esa música
de diciembre; también grabó con Judith Arboleda, Luis Carlos Jaramillo,
Consuelo Pérez y Jael Gómez que era especializada en cantar villancicos.
Jairo Gómez, el bongocero, fue eterno compañero de mi esposo
y a los dos los llamaban pa' todo, y ellos comentaban que a Jairo le gustaba
era que le pagaran la grabación adelantada, y como que decía:
—Me pagan
mi grabación adelantada, porque yo tengo que pagar servicios y muchas otras
cosas en la casa.
—Este sí
es mucho hijue.... yo no sé qué.
Y cómo sería de bueno Jairo Gómez para los bongoes, que
aunque cobraba por adelantado, para todo lo llamaban.
La última grabación que hizo Jesús, fue en un estudio
nuevo por allá en el barrio Laureles, y como estaría ya, que el hijo mío fue
quien tuvo que ir a cobrar.
Jesús era un hombre muy fresco, muy tranquilo y no se
le daba nada pasar todo un día en la cama con su grabadora al pie, grabando
música muy antigua, que sonaba muy rayada, pero a la que el le sabía todas las
historias; cuando ya estaba muy enfermo, casi para morirse, le poníamos la
música y el hacía así con los dedos.... como si estuviera tocando el
contrabajo.
Si Jesús no estaba grabando, estaba en la casa ensayando
en el contrabajo, o escuchando música; cuando ensayaba en la casa, a mí no me
mortificaba, porque yo sabía que de eso vivíamos, pero los hijos míos sí se
disgustaban, o no era que se disgustaban sino que nunca le 'paraban bolas',
pues no compartían el tipo de música que él acompañaba en sus grabaciones; y
los hijos nunca valoraron su trabajo, pues les parecía un trabajo común y
corriente, como vender frutas o tener una tienda, ¡en fin!; pero cuando él
murió, es cuando ellos comienzan a pensar en lo que él les decía, en el tiempo
en que estaba sonando tanto el disco NADIE ES ETERNO.
—Como no
está dando palo ese disquito, ¿no?; vea.... ahí les va a quedar el recuerdo
mío.
Así nos lo decía; y la niña que en ese tiempo sólo
tenía 5 años, lo cantaba, y no era que él se lo ponía, sino que lo oía seguido
seguido, donde una vecina. Yo le daba mucha importancia a su trabajo pues
siempre vi el amor que le tenía, y yo le atendía todos los amigos que de pronto
venían a ensayar, a mí no me chocaba porque a mí me agradaba la música, aunque
a veces tocaban una demasiado carrileruda; a mí nunca me llegó a chocar, pero
aquí a nadie más, la música que él tocaba, a nadie más le llegó a gustar;
incluso, sólo cuando él murió, el hijo mío —Edgar—, grabó el casetico donde en
Radio Paisa hablaron mucho de él.
Jesús Vanegas, cuando vino a Medellín se colocó a
trabajar en Tejidos Leticia (TELSA), pero no se alcanzó a jubilar, pues cuando
trabajaba allí, perdía mucho tiempo por estar en los ensayos musicales y le
llamaron la atención.
—
¿Qué te interesa más, la empresa o la música?
—
¡La música!
Entonces arregló con ellos y se salió de la
empresa, se dedicó a la música, se volvió un profesional de la música y 9
hijos que tuvimos fueron levantaos con la música.... y con la música consiguió
la casita.
ÉL, en la
casa, tenía de todos los instrumentos, bajo, cuatro, guitarra y bajo eléctrico.
Jesús tuvo su sello propio que se llamaba Discos Girar
y su socio era Agustín Bedoya, incluso la consola se la compraron a Ondina y
grabaron mucho, pero el que tiene una empresa de éstas tiene que moverse, y
como Jesús era tan perezoso, entonces prensaba y mandaba, y claro, le robaban
los disquitos; mandaba 20 o 30 muestras a los pueblos y cuando no se las
robaban, era que se habían perdido; y Agustín le decía:
— Jesús,
¿vos por qué no trabajas?
—
¡Ah!, a mí me da mucha pereza eso hermano.
—Hay que
salir a mostrar la música.
Pero él mejor mandaba a alguien, y sobre todo cuando se
puso muy enfermo, no volvió a grabar.
El parecía serio, pero con los amigos era muy charlatán, y
por eso la iba tan bien con Agustín. A Jesús le gustaba asustar a los nietos y les
abría los ojosy la boca; ¡ah! y era muy amigo de las caricaturas.
Contaba que cuando iban por allá a las
presentaciones, les daban mucha comida y como no eran capaces de comerse todo,
entonces guardaban las presas debajo la almohada, y decía Agustín:
—
¡No!, yo no dejo esto aquí, ¿no ven que más tarde
nos da hambre?
Y a las 3 o 4 de la mañana, eran sacando presas de
dentro de las sábanas.
Jesús fue querido por todos los compañeros y nunca tuvo
problemas con ellos.
El fue guitarrista también con LOS CUYITOS.
Al año de
muerto mi esposo, me dijo Darío Gómez:
—Me hace
mucha falta Don Jesús, pues todavía no me he podido acostumbrar a otro bajista,
¡y es un profesional el que tengo ahora!; pero es que Don Jesús además me
colaboraba con los arreglos".
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