Biografía de Miguel Angel Nova (Puerta)
A mí ya me habían dicho que Miguel Ángel Puerta, ampliamente conocido en el ambiente farandulero de Medellín como Miguel Ángel Nova, era una persona sumamente seria, y hasta mal genio; eso era lo que me decían, pero los comentarios no certificados pueden fallar; me decidí a llamar a este señor, y me llevé una tremenda sorpresa cuando por teléfono, encuentro una persona muy amable, dispuesta a colaborar, conocedora de la música, interesada por mi propósito de escribir sobre la música parrandera y sabedor de mi oficio como locutor y del programa que dirijo.
A mí ya me habían dicho que Miguel Ángel Puerta, ampliamente conocido en el ambiente farandulero de Medellín como Miguel Ángel Nova, era una persona sumamente seria, y hasta mal genio; eso era lo que me decían, pero los comentarios no certificados pueden fallar; me decidí a llamar a este señor, y me llevé una tremenda sorpresa cuando por teléfono, encuentro una persona muy amable, dispuesta a colaborar, conocedora de la música, interesada por mi propósito de escribir sobre la música parrandera y sabedor de mi oficio como locutor y del programa que dirijo.
Antes de ir a su oficina en discos Victoria de la
ciudad de Medellín, alguien volvió a repetirme:
—Poné
mucho cuidado, que ese señor es muy serio hermano.
Ya en la empresa, apareció un hombre, efectivamente serio,
pero muy amable, moreno, de regular estatura, buen conversador, de
extraordinaria memoria —aunque él dice que no—, y un auténtico valor de la
música antioqueña.
Y pausadamente esto me comentó:
"Yo nací acá en Medellín en 1935, y fui
criado en un barrio llamado La Salle, cuna de varios artistas, Alonso Galdini,
Manuel Suescún, allí vivieron LOS VILLALPOS, y allí nos levantamos en una
especie de semillero; a mí me tocaba oir a LOS TROVADORES DEL RECUERDO —Félix
Ramírez, Horacio Sánchez y Bernardo Sánchez, el puntero—, yo con la boca
abierta, parado al pie de la casa de ellos, mirándolos ensayar y tocar esa
música que tenía un estilo tan particular; recuerdo que yo salía del colegio y
era cliente de todas las noches cuando ellos estaban ensayando allá en la casa.
Uno se va contagiando de la alegría que la gente le impone a esos instrumentos,
y un día yo cogí una guacharaquita y comencé a 'charanguiala' ahí con un
alambrito, hasta que me fui entonando con ellos y me fui metiendo a la casa de
Félix, y los acompañaba con mi instrumento, hasta que me llevaron a trabajar
con ellos; entonces yo quedé incluido en LOS TROVADORES DEL RECUERDO y en este
grupo me tocó grabar infinidad de cosas.
Don Félix Ramírez fue un tipo muy inteligente, era un
gran compositor, con obras muy buenas y muy bonitas, y no sólo hizo música
parrandera como EL AGUARDIENTERO, que es una obra clásica, sino que también
hizo números fríos, como aquella parte musical de LOS LIBROS; Félix fue muy
buen músico, pues era lector de música que había nacido en Támesis y formó el
conjunto con los hermanos Sánchez que eran de Caramanta.
Eva Arbeláez, fue una señora amiga de Félix, que tuvo su
relación con él, aunque ya estaba un poco entrada en años; ella tenía otra
hermanita y me acuerdo que bajando de la iglesia de San Cayetano, en toda la
esquina, estaba la casita donde ellas vivían, eran dos hermanas como solteronas
y no tenían ni hijos ni familia, y se sostenían del producto de una tiendecita que atendían en
la propia casa; Eva no tenía oído musical, era supremamente sorda, pero Félix
era muy persistente y entonces cogió a esa señora y la fue puliendo y
puliendo, hasta que la llevó a grabar con él, y esta señora que no tenía afinación
ni medida mejoró bastante, y no sólo grabó música parrandera, sino también
música fría; Eva resultó un éxito total, que hizo unas canciones muy agradables
y que todavía le llegan a mucha gente; no supe cuándo falleció Eva, pero sí me
di cuenta cuando murió Félix y lo mismo Horacio, porque cuando yo me separé de
este grupo, ellos siguieron con personajes distintos y yo por otro rumbo muy
diferente; de los fundadores de LOS TROVADORES DEL RECUERDO, no quedamos sino
Bernardo Sánchez y yo;la fundación de este grupo fue más o menos en 1950 o
1951, sino estoy mal.
Félix Ramírez, como era creador y compositor,
entonces era diferente a los demás y sacaba unas cosas muy bonitas; y a mí me
tocó ver y oír tocar a Gabriel Giraldo y a Félix Ramírez —con la partitura—,
obras clásicas de guitarra, pues eran tipos muy preparados musicalmente.
Mi padre se llamaba Marco Aurelio Puerta y mi madre
María Inés
Estrada, naturales de Heliconia o Guaca; en mi casa fuimos nueve hermanos y yo
era el menor de ellos, yo nací por acá por el Jardín Botánico, en una callecita
chiquita llamada El Fundungo, y a los 3 años mi papá compró un terrenito en La
Salle y allá hicimos una casa muy grande, allá nos levantamos todos y de este
tiempo es que me viene toda esta cuestión musical; claro que también se puede
decir que me viene por herencia, porque por parte de mi mamá yo tengo dos tíos
que fueron músicos, aunque nunca los oí cantar.
Cuando yo me separé de LOS TROVADORES DEL RECUERDO
me puse a estudiar guitarra; como mi papá ya me veía alguna habilidad, me dio
20 pesos para que me comprara una guitarra; entonces un muchacho Alonso Cano
(Galdini), me dijo:
—Miguel,
¿por qué no estudiamos hermano?
Y él fue
quien prácticamente me inició en esto; nos veníamos a pie, desde La Salle hasta
la Academia Antioquia de Israel Zapata,
que fue muy buen profesor, que era pianista y tenor, y quien nos dio las
primeras clases de solfeo; esta academia quedaba diagonal a las Empresas Públicas en
Carabobo, y hasta allá nos veníamos a pie—guitarrita al hombro—, por todas las
mangas de Manrique, Alonso Galdini y yo.
Después de estas clases, yo seguí estudiando la música
—porque la música hay que estudiarla—, con algunos profesores y tenores que
había aquí en la cuidad, Renato Catani entre otros, pues como esto era un
paraíso en ese tiempo, había mucho músico extranjero.
Yo me uno a Alonso Galdini y hago mis primeras
grabaciones como cantante; porque con LOS TROVADORES DEL RECUERDO yo no
cantaba, aunque grabé con ellos piezas tan importantes como LOS
CICLISTAS; este tema de LOS CICLISTAS fue divulgado —antes de grabado—, por
ahí 50 veces; incluso nosotros estuvimos en la casa de Ramón Hoyos (ciclista
antioqueño) tocándolo y cantándole al gran campeón de la montaña; recuerdo que
Postobón dispuso un carro para nosotros en una competencia que se llamaba
Vuelta al Suroeste, y allí, en las noches, nosotros tocábamos para la caravana
de este tour; esos ciclistas eran unos héroes, pues las carreteras eran
pésimas; en ese tiempo había un periodista deportivo muy influyente llamado
Miguel Zapata Restrepo, quien se fue hasta el barrio Aranjuez, al granero donde
nosotros nos manteníamos que pertenecía a Don Enrique Moncada y a su hermano
José Luis, que todavía lo tienen allá; entonces Zapata Restrepo, fue hasta el
granero a escuchar LOS CICLISTAS, se quedó con la boca abierta y dijo:
—Vamos a
grabar esta vaina.
Nos tocó hacer la grabación en La Voz de Antioquia; pero
cuando ese disco salió fue la locura, se oía por toda parte porque el ciclismo
aquí, en ese tiempo, era lo máximo; esa fue la primera grabación que nosotros
hicimos, pero después le sacamos un pasillo a Rojas Pinilla —expresidente
colombiano—, y debido a tanto éxito, comenzamos a trabajar continuamente,
serenatas, fiestas, mejor dicho era una parranda seguida; esa época de la vida
a mí me gusta mucho recordarla bastante y lo hago con muchísimo gusto porque
fue muy bonita.
Alonso Galdini—que es mi primo—y yo, comenzamos
a cantar, él puntiaba y yo lo acompañaba, y teníamos una similitud con el dueto
argentino de MAGALDI-NODA; pero como las grabaciones de estos gauchos eran muy
difíciles de conseguir, entonces la empresa nos llamó a nosotros para que
hiciéramos los temas que ellos tenían en la Argentina; y nosotros nos presentamos
en La Voz de Antioquia, La Voz de Medellín, La Voz de las Américas y nos
metíamos en todo eso, hasta que vinieron las grabaciones que le referí; a mí
me tocó con Galdini directamente en el acetato, porque no había grabadoras, y
los micrófonos iban conectados al torno de grabación; el dueto nuestro se llamó
GALDINI-NOVA, esas seis grabaciones fueron las primeras en mi vida y es de
anotar, que en una de ellas dañamos 10 acetatos, porque recuerdo que si uno se
equivocaba mínimamente se dañaba el acetato; las grabaciones de nuestro dueto
fueron, MIS DELIRIOS, AFILADOR, LA SANTA, MAÑANA ES DOMINGO y otras dos que
no recuerdo. Cuando llegó la música de MAGALDI-NODA, que la trajo Hernán
Restrepo Duque, entonces nuestras grabaciones desaparecieron.
Después de esto yo me dediqué, sólo, a grabar boleros, estuve
trabajando en sitios con orquesta, conjuntos, etc. Grabé también en discos
Fuentes algunos bambucos, haciendo dueto con Arcesio Salazar—2 elepés.
Yo toco instrumentos de cuerda, tiple, guitarra y
bajo; lo del bajo lo hice por necesidad, porque cuando yo me vinculé a discos
Victoria, hace 24 años, era un poco difícil conseguir bajistas para acompañar a
los artistas que venían a grabar, pues todos se mantenían muy ocupados;
entonces un día me dijo Don Otoniel:
—Hombe,
usté que trabaja acá, ¿por qué no se pone a estudiar bajo?, para que acompañe
a los muchachos que vienen aquí.
Así lo hice.... y así aprendí.
Cuando ya era bajista, estuve en Venezuela acompañando a un
cantante muy famoso llamado Aníbal Velásquez, de los grandes en la música de
acordeón colombiana y además, ídolo en Venezuela, donde las multitudes acudían
a verlo porque era un especialista en improvisación; en Maracaibo había un
sitio que llamaba EL Katirito, que tenía como pista de baile solamente, dos manzanas cuadradas, ¡enorme!, bailaban unas 1.000
parejas y tenían escenario giratorio muy hermoso con el lago de Maracaibo al
frente, y recuerdo que allá hicimos una temporada por ahí de un mes, pues este
Aníbal era un espectáculo tocando, y el precursor de esos malabares en acordeón
no fue Alfredo Gutiérrez, fue Aníbal Velásquez; este músico, como le digo, era
un improvisador que se conocía todos los misterios de su instrumento, era un malabarista
del acordeón y todavía es considerado un ídolo en Venezuela; los integrantes
del conjunto de Aníbal Velásquez en ese entonces, éramos, José Velásquez,
hermano de Aníbal, Arcesio Salazar en la guitarra eléctrica, Jairo Gómez
bongocero, yo era el bajista y Aníbal el acordeón y cantante.
Esto de que Aníbal tuviera músicos 'cachacos' en
su conjunto, resultó de una manera muy particular; Gabriel Raymon es como
'loco', un gran cantante y vivió mucho tiempo en Venezuela, y prácticamante él
fue quien nos involucró con Aníbal Velásquez y nos llevó a hacer estas
presentaciones; los ensayos los hicimos en Maracaibo, y Aníbal era un tipo muy
querido, muy amable y que no discriminaba porque nosotros fuéramos paisas; pues
usted bien sabe que los costeños no permiten interioranos en sus grupos,
porque dicen que el paisa no tiene sabor. Yo grabé en Venezuela un L.P. como
cantante de boleros, con el conjunto de Aníbal Velásquez, pero no sé qué
pasaría con él.
Yo me vine otra vez a Colombia y entonces hago EL
DUETO RIOBAMBA, y comenzamos a actuar y a presentamos para poder darnos a
conocer y que nos fueran identificando; este dueto lo hago con Bernardo Loaiza
Cardona, que es un señor que tiene un negocio en Bolívar con Pichincha
—aquí en Medellín—, que llama Musical Sonoro, pero nos conocimos cuando él
tenía un almacencito más chiquito, en Carabobo entre Amador y Maturín, en la
época en que Medellín era bohemio y sabroso y podía uno tomarse los
aguardienticos; yo era una persona que ya había grabao y Guayaquil era una
plaza extraordinaria para los músicos y para el pueblo en general, mejor dicho,
una ciudad dentro de otra, donde usted encontraba, trago, billares, música y a
mí me tocó conocer toda esa gente; y en medio de toda esa gente yo me encontré
a Bernardo Loaiza, y claro que él no es músico, pero cierta vez nos pusimos a cantar en la
parte de atrás de su almacencito, y yo me quedé aterrao:
— ¿Dónde
aprendiste vos a hacer segunda voz, hombe?
— ¡No!, yo
la hago es así de tacada, porque yo no sé tocar nada.
Y yo me quedé asombrado, porque hacer la
segunda voz es muy difícil, porque ésta es la armonía; y este hombre la hacía
perfectamente. Entonces nos pusimos de acuerdo y fuimos montando canciones
viejas, de VALENTE Y CÁCERES y otras que se oían mucho en aquel tiempo;
ensayamos y ensayamos mucho, hasta que en discos Silver, por medio de Alfonso
Correa —un amigo fallecido que yo quise mucho—, quien habló con Doña Bruna —una
señora italiana que manejaba la empresa—; y a los 15 días estábamos grabando.
El nombre del dueto salió porque nosotros cantábamos muchas canciones de un dueto
llamado LOS RIOBAMBEÑOS —LOS HERMANOS UQUILLAS—, nacidos en Riobamba, una
provincia ecuatoriana, entonces pretendimos que el nuestro fuera un nombre
similar al de eños, DUETO RIOBAMBA, para que compaginara con el trabajo
musical que nosotros hacíamos en ese momento. No recuerdo cuál fue la primera
grabación, pero dentro de las primeras están, YA NO TE QUIERO PERO NO TE
OLVIDO, PESIMISMO, LA ARREPENTIDA, LA BODA NEGRA y otras; estos discos tienen
más de 35 años de grabados y en el momento se venden como si estuvieran
actualizados, como si fuera ahora que se hubieran grabado; y cuando nosotros
nos presentamos, el público se entusiasma mucho con todos estos temas, y eso es
muy satisfactorio; y aunque la voz nos ha disminuido, nosotros mantenemos
muchas ganas de cantar.... ¡ o por lo menos yo, sí!
A nosotros nos contrataban mucho para cantarle a las
madres, y un día de la madre actuábamos en San Antonio de Prado, en domingo, y yo
debía trabajar al día siguiente aquí en la empresa a las 7 de la mañana; eran
la 1:30 de la mañana y el establecimiento donde nosotros tocábamos tenía un lleno
impresionante, había unas 150 personas y todas bien animadas con nuestra música;
yo estaba muy cansado, ya no me daba la voz, pues habíamos cantado 3 días
consecutivos y a mí me tocaba la primera voz; yo estaba cansado y afónico y pensaba en que a las 7 de la mañana tenía
supervisión de grabación en discos Victoria; ya estaba empacando la guitarra,
ya nos habían pagado, cuando se nos arrimó un señor que vivía en La Estrella,
con toda su familia y en dos carros, de sombrero, de carriel, con su mamá, las
hijas, en fin; entonces me llamó el dueño del establecimiento:
—Miguel,
¡no te vas!, que me acabó de llegar este señor, que es el mejor cliente que yo
tengo, fíjate que una vez hasta me prestó 200 millones de pesos.... este señor
tiene mucha plata.
—Hermano,
lo siento en el alma, pero yo tengo que trabajar a las 7 de la mañana de ahora,
y yo no puedo llegar amanecido allá.
Ese señor casi que se me arrodillaba, me imploraba, y yo
me vi en la obligación de quedarme, en la forma en que yo estaba; y sin embargo
el señor nos dijo:
-Yo vivo aquí muy cerca, así que vamos a
cantarle unas serenatas a mi mamá, mi señora, en fin; y pa' que nos tomemos
unos traguitos, y por plata no se preocupen que yo les pago lo que ustedes se
ganan.... y 20 o 30 veces más.
Yo, ya pensaba que la ida sería a las 5
de la mañana; seguimos cantando seguido, seguido y nos dieron las 10 de la
mañana; yo no podía más; entonces yo cogí mi guitarra y la empaqué y dije:
—Señor, yo
no puedo cantar más, llevo más de tres días cantando y estoy muy afónico.
El tipo entró a la casa y salió con el hijo,
cada uno con un revólver de este tamaño, nos trató maly agregó:
— ¡Se
pierden de aquí pa' no dales plomo, par de viejos hijueputas!
Y ese fue el pago; desde eso yo me retiré un poco
de las presentaciones personales; claro que la música, con los amigos,
charlando, disfrutando, con abrazos, con sonrisas, alabanzas y alegrías, le retribuye
a uno todos los malos ratos que pudo haber tenido.
La música parrandera, antes no se llamaba parrandera. El
pionero de esta música fue Carlos Muñoz, y de aquí, el único que acompañó a
Muñoz fue Sarrazola; yo por lo menos no lo traté, pero cuando sacó EL HIJO DE
ROSENDA, el éxito fue total, y luego salieron 'el Mono' González, Antonio
Posada, LOS TUMAQUEÑOS, Luis Carlos Jaramillo, Consuelo Pérez, Judith Arboleda
y otros; entonces esta música no se llamaba parrandera sino bailable
simplemente y el término parrandero yo no sé de dónde salió, pero es de las
ultimas décadas.
Después de LOS TROVADORES DEL RECUERDO, con el primero que hago contacto en la música
parrandera es con Luis Carlos Jaramillo, con quien grabo LA NIÑA PREGUNTONA, y
en aquel tiempo en ese conjunto estaban, Alejandro Sarrazola, Luis Trejos,
Ramón Paniagua, Arcesio Salazar, Jairo Gómez y Don Luis E. Gutiérrez.
La música parrandera casi que es una exclusividad de
esta empresa —Victoria—, ya que las otras casas disqueras, hoy en día, poco la promueven,
y esa es una música que todavía le gusta mucho a la gente, picaresca, para el
pueblo y que ha marcado una pauta.
Dentro de los primeros que le ponen 'picante' a la música
parrandera, está José Bedoya; porque antes fueron LOS TROVADORES DEL RECUERDO,
pero la música de éstos no es picara, es incluso hasta sentimental; José Bedoya
fue lo máximo que hubo aquí en música parrandera y a mí me tocaron casi todas
la grabaciones que él hizo en un principio, pues Don Otoniel me encargaba de
ellas; y en el conjunto de José A. éramos, Neftalí Álvarez, Agustín Bedoya,
José Muñoz y mi persona, con el bajo de Luis Eduardo Gutiérrez y los bongóes de
Jairo Gómez; los coros los hacíamos nosotros mismos.
Generalmente nosotros hacíamos el éxito de fin de año, lo
hacíamos en la noche, acabábamos una o dos de la mañana, y al otro día a las 8
de la mañana estaba Hugo Hernández cortando el acetato y por la tarde ya había
discos hechos; y ese mismo día todos los pianos de los cafés de Guayaquil, ya
tenían el tema sonando, en El Golfo, el Blanco y Negro, el Santa Cruz, La Habana, el Perro Negro y otros; pero eso sí, a los 8
días el disco estaba regado en todo Medellín.
El máximo compositor del grupo de José Bedoya, era José
Muñoz, pero muchas veces todos los demás colaborábamos en algún arreglo final
que se hacía, cambiar un coro, alegrar más una nota, etc., aunque José Muñoz
era muy definido en sus canciones; Muñoz es lo máximo como compositor en la
música parrandera.
Yo no he conseguido muchos millones de pesos, pero
musicalmente hablando, yo me he sentido bien pagado; por ejemplo, yo puntié en
Sonolux el bolero ALMA NEGRA, que lo canta Gabriel Raymon y me pagaron 32,50
pesos por ese disco —que todavía tengo el recibo—, pero 32,50, hace 35 años era
un platal; yo sé que muchos se quejan, pero lo que pasa es que en ese tiempo
había mucho dónde gastar la plata.... y se la gastaban.
Guillermo Buitrago sí influyó en la música parrandera,
y se puede decir que es el punto de partida de todos los estilos de esta clase
de música. Es que antes de Buitrago no escuchábamos sino música cubana, pero
este hombre le puso el sello a la música nuestra.
Yo también soy compositor y tengo unas 100 obras, no de
mucho éxito, pero algunas me las han interpretado Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas,
Alci Acosta, Helenita Vargas, Rómulo Caicedo, el Chatarrito Negro, Luis Alberto
Posada y otros.
Con Carlos Murillo —primera voz de LOS PAMPEROS—,
grabé algunos temas, yo haciendo la segunda voz, y se llamaba DUETO LOS
GENIALES.
Con Ernesto Castañeda, hice el dueto MALLARINO, y
grabamos algo muy lindo que se llama YUYITOS DEL CAMPO, y también un L.P. que
nunca sacó discos Colombia.
Yo grabé además con, Lucha López y Ligia Osorio; trabajé
con la ESTUDIANTINA LÓPEZ como cantante, hace 40 años.
Entre los mejores punteros de aquella época
estaba Leonel Ospina, estaba José Bedoya —que fue magnífico—, Manuel Suescún, Arcesio Salazar y otros; pero se puede
garantizar que el itero más hábil y de más capacidad era Leonel Ospina.
En el Bar Canadá nos reuníamos casi todos los
músicos, y allá nos avisaban sobre toques o grabaciones, y cuando venía, por
ejemplo, El Caballero Gaucho, allá nos reuníamos, el Cholo Gómez, el Pibe
Campos, Manuel Maldonado, Arcesio Salazar y mi persona, y nos íbamos para una
pensión que había en Junín entre Amador y Maturín, un segundo piso, de una
señora Doña Alicia, porque allí era donde se hospedaba El Caballero Gaucho....
y ensayábamos mínimo 15 días.
Arturo Ruiz del Castillo tenía un
taller en Maturín entre Palacé y Bolívar, y en ese sitio ensayamos todas las
canciones parranderas de este compositor, LA NIÑA PREGUNTONA y muchas más.
Óscar
Velásquez era un puntero más dedicado a su trío que al ambiente muy popular,
claro que ocasionalmente colaboraba con nosotros.
Yo acompañé a Gabriel Raymon, le hice segunda voz y también
acompañé a El Caballero Gaucho; grabé con un médico llamado Alfredo Rolando
Ortiz, grabé música argentina con Armando Duval, y también acompañé a Raúl Iriarte
en el Teatro Junín; trabajé 10 años con Pepe Aguirre, acompañé a Miriam Araque,
Emilio Ventura —que me enseñó la chacarera argentina auténtica—, y muchos
artistas más.
Acompañé al cantante argentino Luis Correa, que era un
hombre muy buena gente; pero con el que más me agradó trabajar, y el que más
trabajos nos formó fue Pepe Aguirre, pero uno le perdonaba todo a ese señor,
porque fue el cantante más querido que yo he conocido en mi vida; Pepe, de más
de 70 años, parecía un muchacho y la vida para él era una sola fiesta, jamás se
le veía aburrido y era un hombre espontáneo, suelto, tomatrago, parrandero,
enamorao, y el hombre más feliz que yo conocí en mi vida; cuando le escribía su
hija Gloria Aguirre, que vivía en Nueva York, me decía:
—Me
escribió mi hija, dice que me vaya, pero yo no me voy de aquí de Medellín.
Pepe para mí fue un gran amigo, y cuando
murió yo me puse a llorar. Una vez nos fuimos con él a trabajar a Turbo —actuábamos lunes día de fiesta—; salimos de acá desde el
jueves anterior, Alonso Galdini, Alberto Laverde, Bolívar, Miriam Araque, Saúl
Valencia (Valenti), Pepe Aguirre, mi persona y otros; en total éramos 12
personas. Como éramos tan miedosos para montar en avión, entonces cogimos la
línea terrestre a las 6 de la tarde; cada uno compramos una botellita de aguardiente
pa'l camino, pues eran 14 horas de viaje; Pepe Aguirre había comprado una
garrafa de aguardiente. En Chigorodó, este maestro solo, se había tomado una
garrafa de aguardiente; entonces se bajó y compró otra botella y cuando
llegamos a Turbo, no tenía sino un asientico.... y ¿sabe qué decía?:
—A mí,
aquí en Medellín, no me hace falta nada, ni nadie.
Y en
realidad aquí era un ídolo popular, querido por todos.
Entre los letristas antiguos, Vega del Río fue un
superdotado; las letras de este hombre eran todas bonitas y de mucho contenido;
prácticamente era un poeta.
Gildardo Montoya fue mi gran amigo, y yo lo conocí en
Manrique antes de que él comenzara a grabar.... por ahí fregando con un
acordeón; Gildardo fue un superdotado en su campo y si estuviera vivo hoy en
día sería de lo máximo en este momento, pues era un tipo muy creativo, con
mucha imaginación, era charlatán y le llegaba a todo el mundo, era ameno, con
el chiste y la sonrisa a flor de labio, era agradable, familiar y muy buen
amigo.
José Bedoya no era como Gildardo; José era más introvertido,
más serio, más apartado, no era tan allegado, pero era formal; en cambio
Agustín —el hermano de José—, es otra cosa muy diferente, es abierto, ameno,
cuentachistes, simpático y muy buena persona.
José Muñoz es un poco retraído, pero es muy buena
gente, buen amigo, respetuoso por los demás y no te hace trampas.
Sarrazola es un viejo charlatán, es un
mamador de gallo aterrador y todavía se conserva derechito.
John Mario Londoño y yo también
grabamos a dueto.
Aspiro a
seguir cantando hasta que me muera".
MAURICIO RESTREPO GIL
ResponderEliminarmauriciorpog@gmail.com
Nació en Medellín el 12 de febrero de 1935 en el hogar de Marco Aurelio Puerta e Inés Estrada, fue el último de los trece hijos de aquel matrimonio. Sus primeros acercamientos a la música los tiene desde muy pequeño, recuerda que fue su primer maestro el músico Israel Zapata.
El inicio de su carrera fue con el músico tamesino Félix Ramírez, quien había fundado el conjunto de los Trovadores del Recuerdo, que hizo mucha música tropical y parrandera, con este músico inició su recorrido por la música colombiana.
Cuando frisaba los 20 años se unió a su primo Alonso Cano, cuyo nombre artístico fue el de Alonso Galdini, don Otoniel Cardona los escuchó, le gustó su voz y los puso a grabar en el sello Lyra cinco canciones: Mis Delirios, La Santa, Afilador y Mañana es Domingo, en estas grabaciones nació el seudónimo que ha utilizado siempre “Nova”, así apareció el dueto Galdini-Nova, emulando al dúo argentino de Magaldi y Noda.
Continuó luego como solista y grabó uno de sus primeros éxitos que fue Cabecita. Grabó dos elepés para discos Fuentes con Arsecio Salazar y formó el dueto de Nova y Arsecio.
Pero definitivamente la actividad musical que lo ha identificado entre los melómanos y amantes del género popular, fue su unión musical a Bernardo Loaiza, con quien formó el inmortal Dueto Riobamba, que dejó en pastas fonográficas más de 20 trabajos musicales, recuerda con cariño que el dueto nació en 1961, en el negocio de Bernardo que quedaba entre Carabobo y Amador, allí tenía una importante colección de discos antiguos a 78 rpm, y mientras sonaba alguna de aquellas melodías, comenzaron a tararearla y sonó tan bien su acoplamiento, que de inmediato pensaron en formar una pareja musical, que vino a acabarse con la muerte de Bernardo Loaiza Cardona el 8 de julio de 2000.
La primera empresa para la que grabaron fue Silver, luego lo hicieron para Metrópoli (Industria Nacional del Sonido), Sonolux, Victoria y Colmusica; entre las grabaciones más destacadas, de su repertorio recordamos: Unamos los Corazones, Laura, Siempre te he de amar, Por tu culpa, Sueños de Ayer y Yo tengo una novia, entre otras.
Otro de los aciertos importantes de este hombre musical, fue como acompañante ideal de los mejores artistas entre la década de 1960 y 1970, entre los que cabe mencionar a Gabriel Raymon, Luis Eduardo Gutiérrez, Conjunto Esmeralda, El Pibe Campos y Noel Ramírez.
Descolló como compositor, pasan de 150 las canciones que compuso, en Sayco se encuentran registradas, como ejemplo de su versatilidad se pueden mencionar las que grabó Julio Jaramillo, Olimpo Cárdenas llevó al disco el bolero Que falta vas a hacer. Otros artistas que le grabaron han sido Helenita Vargas, Rómulo Caicedo, Caballero Gaucho, Charrito Negro, Luis Alberto Posada, Luisito Muñoz y muchos otros que le siguen dando vigencia.
Mil gracias Mauricio por ese aporte tan valioso y enriquecedor. Admiro tu rigor y entrega en la investigación musical.
Eliminarmuy bonita historia, un gran personaje un icono de la musica, es un orgullo para nuestro pais y gracias a DIOS por permitirnos seguir disfrutando de su gran y hermoso legado.
ResponderEliminaryo conozco la mayoria de las canciones que ha interpetrado miguel angel nova.-soy coleccionista de tango y le admiro la letra que le compuso al tango instrumental "cabecita ".-en buenos aires ,algunos coleccionistas, se sorprenden de que este señor hubiera puesto letra a ese tango.-por lo demás es un hombre educado,accede a responder inquietudes y preguntas.-queDios le de largos años de vida.-John Jairo Peláez Rodriguez.-
ResponderEliminarbuena historia del señor nova,me gusta mucho la música del grupo RIobamba y me extrañaba por el nombre parecía ecuatoriano y el estilo musical de unas canciones me sabían a Colombia. gracias a los que escriben y quedo feliz que sean de Colombia
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