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lunes, 24 de julio de 2017

OCTAVIO MESA


Biografía de Octavio Mesa

Cuando la música parrandera antioqueña se inicia por allá en 1938, con el 'Mono' González, las letras de las canciones eran llenas de alegría, gracia y una leve picardía, tal como sucede con las melodías: MÁNDEME AGUINALDO, LA SUEGRA y LA PIERNA PELUDA; después se acentúa esta picardía y aparece el doble sentido, que hacía a la gente reír bailando, y esa malicia de los compositores que te hacía gozar y pensar; y muchos de estos compositores sostienen que ellos no dicen nada de vulgar, que la vulgaridad la pone quien escucha estas canciones, que ¿cuál vulgaridad es decir que "le soben el sapo a una mujer", si ese era el remedio que antiguamente se usaba para curar una enfermedad tan seria como la gota?; Agustín Bedoya decía por ejemplo:

— ¿Qué vulgaridad puede tener una frase como, 'tóqueme el aguacate', si el compositor se refiere es a una canción muy triste y de origen ecuatoriano, que se llama EL AGUACATE?; ¿qué tiene de raro?,

No se mueva mucho que le voy a poner
la aguja en todo el medio a ver si por ahí es....

Cuando el autor se refiere a un electricista que le está arre­glando la radiola a su novia; o ¿EL CONDUCTOR hombe?, ¿qué dice EL CONDUCTOR?, un hombre que está soñando con la novia.... y le tocaba el arranque.... y nada.

Lo cierto es que para mucha gente, esta picardía —propia del antioqueño—, con el correr de los años, fue evolucionando hacía la grosería; y el padre, o por lo menos, el más famoso can­tor grosero en la música parrandera antioqueña, es un hombre muy querido, que tiene todo el acento paisa y que se defiende de esta manera:

—Vea doctor, yo no sé por qué la gente dice que mi música es vulgar; si yo en mis canciones lo único que digo es, hijueputa y malparido, ¿y así no hablamos los antioqueños pues?

Octavio Mesa es un paisa con todas las de la ley: aguardientero, reservado, malicioso, que vive la vida y al cual lo tiene sin cuidado todo ese enredajo político nacional; hombre amable y formal, que me atendió un domingo por la mañana —a pesar del guayabo—, en su casa ubicada en la parte alta del barrio Manrique; en la sala de su morada hay varios afiches, donde sobresale el remoquete con que se le conoce: 'El Arriero'.

Y Octavio esto refirió:

"Yo nací aquí en Medellín, en Manrique, en la carrera 43 con la 79, el 4 de agosto de 1933. Mi papá era técnico industrial del Departamento y mi mamá era ama de casa; él se llamaba Miguel Antonio Mesa y ella Celsa Gómez; éramos 8 hijos —aunque uno murió— y yo soy de los niños, pues el menor es Miguel... que me sigue a mí, y.... yo sigo al niño.
Mi infancia aquí en Manrique —gracias a Dios—, fue muy buena, muy sabrosa, en ese tiempo se vivía muy bueno, no había contaminaciones ni nada y la vida de uno fue muy sana.... muy sabrosa gracias a Dios.

Yo estudié aquí en una escuela del barrio Sevilla, y estudié también en Guayabal, pues cuando yo tenía 8 o 9 años, vivimos un tiempo en ese barrio. 

Yo tuve un tío ciego, que fue músico y era profesor de músi­ca en la escuela de ciegos y sordomudos, se llamaba Daniel y tocaba piano, órgano y guitarra.

La música la trae uno en la sangre; porque yo conozco gente que dizque aprende música, pero eso es pura 'chifladura'; hay que tener amor por la música, sentir atracción por ella y así sí se aprende muy fácil; a uno no le enseña nadie.... a mí no me enseñó nadie; y solamente me indicó unos tonos Gabriel Bedoya —un cuñao mío—, que fue un músico muy grande pero que no llegó a ser profesional; yo lo veía tocar en la casa, cuando se sentaba a charlar con los amigos, y él fue quien me indicó dos o tres tonos, pero nada más; después fui yo quien me 'prendí' a ensayar y a tocar todos los días, hasta que me fui a pulir un poquito en el Instituto de Bellas Artes, donde estuve como año y medio; no fue un estudio muy extenso, pero me pulí un poquito.

La primera guitarra que yo conseguí, la compré en La Gabe­la —el almacén más viejo de música que tuvo Medellín, allá en Carabobo entre Maturin y San Juan—, ¡y me costó 18 pesos!; lo que pasa es que 18 pesos en ese tiempo eran mucha plata, pues fíjese que yo me ganaba 2,50 pesos diarios y trabajando duro.

El primer grupo que yo formo se llama LOS AMIGOS DEL TRÓPICO y en ese tiempo yo tenía unos 16 años.

Yo comencé a grabar haciendo duetos, y el primero fue con Jesús Bolívar, cantábamos pasillos, bambucos, rancheras y nos llamábamos MESA Y BOLÍVAR, y donde yo era la primera voz; después fui también primera voz con LOS CAPORALES, que éramos Antonio Holguín y yo; y posteriormente canté con LOS GORRIONES.

La primera canción que yo hice, se llama MI RIVAL, está hecha en ritmo de corrido, y la saqué porque una novia que yo tenia se consiguió otro novio, porque yo no le gustaba al suegro, y como yo ya tomaba traguito, se me ocurrió MI RIVAL; grabé esta canción con LOS GORRIONES en discos Tropical de Barranquilla, para mandarla a Venezuela, pues la 'carrilera' de nosotros gusta mucho en ese país; y entonces Emilio Fortou, nos mandó los pasajes y fuimos a grabar en esa ciudad.

Con LOS AMIGOS DEL TRÓPICO yo cantaba toda la música de Buitrago, pues era música bailable de muchos géneros, y el conjunto era formado por: MIGUEL el hermano mío, Jesús Bolívar, Jairo Muñoz y yo, puras guitarras y maracas; con este conjunto nunca grabamos.

Cuando ya grabamos en Barranquilla Jesús Bolívar y yo, como LOS GORRIONES, teníamos un récord, casi, casi a la par con LOS RELICARIOS; pero un día me dije:

—Bueno, yo toda la vida me voy a pasar componiendo despechos y cosas tristes; yo voy hacer unas obritas de otro estilo, así no sea pa' cantalas yo.

Ya en ese tiempo se perfilaban como buenos compositores de música parrandera, José A. Bedoya y José Muñoz; entonces me puse a hacer otro tipo de música, y le cuento que yo tengo mucha música grabada cantando yo solo; yo tengo tres mil y pico de canciones mías grabadas.... ¡imagínese!; yo he grabado más de 3.000 canciones, pues fíjese que yo comencé a grabar en el año 1955, en el sello Zeida de Codiscos, cuando el técnico de gra­bación era David Ocampo. Después me fui para Sonolux, ya con música parrandera, pues como le dije, cambié mi estilo de com­posición y allá manifesté:

—Ésta es música parrandera compuesta por Octavio Mesa y si alguna de estas obras es aceptada, yo quiero que me la inter­prete José A. Bedoya.

Don Otoniel Cardona era uno de los encargados de la gra­bación; uno dejaba allá su 'demostración' y llamaba a los 3 o 4 días a ver si se la habían aceptado; yo llamé como a los 8 días, y me dice Don Otoniel:

—Hombre Octavio, hombre, vos ¿por qué te demorates en llamar hombe?

—Yo no tenía afán Don Otoniel.

—Hombre, y ¿usté por qué me dijo que dizque pa' que la cantara José A. Bedoya hombre?

—Pues porque es el cantante parrandero de moda, y además vende mucho.

—Hombre, ¿cuál José Bedoya?, venga por aquí pa' que hablemos, pues eso lo canta mejor usté, hombre; yo me alegro de haber descubierto esta voz hombre, venga por acá.

Y así fue como inicié mis grabacionesparranderas, el número fue EL RETIRO, y por eso la gente dice que soy del Retiro; a causa de esto, mi compañero Bolívar me dijo:

— ¡No!, mejor seguí vos solo, que así coges más nombre, seguí vos solo.

—No, eso es así; ¿quiénes son LOS GORRIONES?, ¿quien los conoce?, ahí están las voces.... pero no se destaca ningún nombre.

Y es que fue así; no es como Octavio Mesa, que vaya a la Patagonia o donde usté quiera y le dicen quién es Octavio Mesa.

Yo sólo canté a dueto música parrandera, cuando estuve en LOS GORRIONES, como aquel que dice:

Esperamos al Mesías compañero
 celebrando con una fiesta pagana
en los templos con botellas los piperos
y en los atrios las parejas se engalanan.

Cuando cantan aleluya van entrando
los borrachos se lanzan contra la gente
pasa el padre recogiendo el aguinaldo
y le colocan sobre el plato, una botella de aguardiente....

Ese tema se llama EL MESÍAS.

Después de LOS GORRIONES, vinieron LOS CAPORALES, y luego me cogió todo mundo, se iniciaron las presentacio­nes, me dediqué a la parrandera, y ya era Octavio Mesa; porque no es lo mismo estar en un dueto que de solista; ¿OBDULIO Y JULIÁN?, hay muchos Obdulios.... y hay muchos Julianes, pero es más interesante sobresalir y estar solo con su nombre, y com­pleto: Octavio Mesa.

Voy a ver si elaboro una carta pa'l Ministerio de Comunica­ciones, para hacerles ver una cosa, porque yo la música mía no la tengo como que vulgarice a nadie, ni nada; esa música para mí no es vulgar, y tanto es que yo estando en un tablado o en un escena­rio, ha llegado una niña de 4 años a decirme:
—Don Octavio, cante, 'a las 11 de la mañana llega el hijueputa sin saludar'.

Yo llamo vulgarizar un niño o una persona, es ya tratándose de sexo o de porno, que eso sí nunca lo he acostumbrao yo.

Yo fui agente viajero, pues trabajaba en discos Ondina; y en cierta oportunidad venía en un vuelo de Pasto hacia Cali y en cualquier papelito comencé a escribir un tema que se me había ocurrido, y que titulé EL ARRIERO; claro que nunca pensé en grabarlo, sino en hacerlo como pa' pasar el rato, y de pronto pa' molestar con los amigos, pues yo fui promotor de discos a nivel nacional y fui jefe de cartera en discos Victoria. De Cali a Medellín venía por tierra, pues había que visitar muchas agencias; y cuando llegué a Cartago, ya tenía el tema completo con música y letra; entonces como a las 6 de la tarde arrimé donde un señor Juan Velásquez, y mientras lo esperaba le dije:

-Juan, prestame una guitarra.

El almacén se llamaba Discos La Novedad, y el propietario sabía mucho de música, pues era un disquero viejo; yo templé la guitarra y comencé a cantar EL ARRIERO; él voltiaba a ver, y seguía trabajando en sus cosas; y como la señora de él estaba allí también, yo pensé:

— ¿A éste será que le está 'chocando' la cosa?

Cuando terminé, entonces Juan se vino a hablar conmigo.

—Ve hombe, servite el aguardientico.... oíste hombe Otavio, ¿a quién le vas a grabar ese número hombe?

—Qué voy a grabar eso.... ¿vos sos bobo?, eso es por 'recochar' ahí

—Vos crees que yo te voy a creer que un compositor como vos, se va a poner hacer obras por 'recochar'; vea hombe, sea cuál sea pa'l que lo grabe, me manda 500 copias.

—Hombe, pues vamos hacer una cosa, yo lo canto y grabalo vos de cuenta tuya.

—Ese disco es comercial Otavio, y lo que se va a vender este disco, usté, nunca lo ha vendido.

Estábamos en la conversación sobre cómo por fin íbamos a sacar el disco al mercado, cuando dice la señora de él:

—Vea Octavio, si no hace negocio con este 'chichipato', entonces lo hace conmigo.

Lo cierto es que con este empujón, entonces el hombre acep­tó que hiciéramos la grabación; me fui para Ondina, y cuando lo estaba grabando, desde la cabina de grabación observé que Lu­cho Yepes afuera, se pasiaba y se pasiaba y me miraba; y cuando terminamos entró:

—¿De dónde te sacates eso hombe?; ¿cómo es que te destapas de esa manera, con eso tan bueno hombe?

—Un trabajo que estoy haciendo pa' Juan de J. Velásquez.

—Hombe, ¿y por qué no me dijites a mí hombe?

En esa canción yo soy el vocalista, pero también soy el puntero. Llamé a Cartago a Juan y le dije que ya estaba listo; el nombre correcto de ese disco es LOS RELAJOS DEL ARRIERO, y dice así:

Soy campesino de los verracos
y soy arriero de profesión
me importa un culo, no me interesa
de cómo viva ningún señor.

Cruzo caminos arriando mulas
 tomando trajo y comiendo frutas
y de las mujeres desengañado
no me enamoro ni por el putas.

Uso alpargatas y buen machete
y nunca he sido un consentido
pues no me apego de lo que tengo
ni de 'ste mundo gran malparido....

Esto fue un éxito, y por el respaldo le acoplamos CANTO AL REVÉS; le mandé 1.000 discos a JUAN, y los 3 días pidió otros 1.000; pero cuando fui a visitar la zona, me encontré que había monopolizado el disco, y sólo lo despachaba él, entonces me vi en la necesidad de quitarle la distribución, pero esto fue cuando Juan ya lo había vendido durante dos meses; cómo sería la plata que le dio mi disco que cuando yo volví a Cartago, él ya había comprao moto nueva, estaba pasiando con la familia en la costa y todo con la platica del disquito mío. Ese disco se ha ven­dido tanto, que después lo grabé para otra casa disquera Fortuna—; vea, van 20 años y todavía me liquidan regalías cada 6 meses; a Lucho Yepes le fue bien con la distribución del disco en Antioquia, pero él brincó cuando yo después se la retiré a él también.

Posteriormente saqué EL JORNALERO, que la gente lo conoce como EL PATRÓN; y después apareció EL ZAPATE­RO:

Soy un pobre zapatero remendón que es la desgracia
solo ansio de un totazo quitóme esta puta vida
remendando las pecuecas no consigo calzoncillos
de güevón se pasa uno trabajando con fatiga....

Más adelante ya hicimos el long play, que fue grabado para discos Fortuna, y que luego regrabé para la disquera del 'negro' MEDINA; en esta casa no sólo salió en L.P., sino en disco com­pacto; ya incluso sacamos el volumen 2 y el 3 ya está hecho pero no ha salido al mercado.

Yo creo que paso de las 3.000 composiciones.

Mi esposa también ha cantao, pero le gusta es el tango 'arra­balero', como el de Lidya Mendoza, ella se llama Amanda Quin­tero y tiene una voz muy bonita.

Yo como compositor casi siempre he vivido es la vida ajena; a, uno llega a una heladería, a cualquier parte, y un borracho por ahí cualquiera, le da un tema, de despecho, cómico, o en fin; yo compongo generalmente las canciones, es cuando las necesito, ¡porque eso es muy cansón!; el año pasado —de afán— me tocó componer 36 canciones, y todo porque me las encargaron.

Honradamente, un éxito como el disco de LOS RELAJOS DEL ARRIERO, ni lo he tenido yo, ni lo ha tenido nadie; no conozco ninguna obra que se haya vendido tanto; se oyen sí, pero no se venden; vea, tiene 25 años y ese disco se sigue 'foguiando'.

Por mis canciones no me han llamao del exterior, pero sí he hecho presentaciones en Cali, Manizales, y últimamente en Pereira; la plaza de toros de Manizales, fue algo imborrable para mí, pues era primera presentación que hacía ante púbüco grande, y fue tanto el éxito.... que repetí dos años después.
En mi modo de tocar la guitarra, influyó mucho Guillermo Buitrago, pues ya le comenté que con LOS AMIGOS DEL TRÓPICO, yo cantaba mucho repertorio de esta música; y como dice Escalona, el verdadero vallenato es el de Buitrago.

Los pioneros de la música parrandera aquí en Antioquia fue­ron: LOS TROVADORES DEL RECUERDO, José Bedoya, Agustín Bedoya y mipersona; claro que entre los pioneros viejos, viejos, hay que contar al 'Mono' González, Antonio Posada y LOS TUMAQUEÑQS, que eran una especie de 'merenderos' y yo toqué mucho con ellos; el delgado era Heriberto Quiñónez, que sufría de estrabismo, y el otro Luis Alberto Yakup.

A nosotros, las casas disqueras nunca nos han pagado bien; claro que nos favoreció un poco fue SAYCO y ACINPRO, que nos dan un chequecito cada seis meses, una pensioncita, y en salud tenemos COOMEVA, que es mejor que el Seguro Social.

Cuando grabé LOS RELAJOS DEL ARRIERO, el conjun­to estaba formado por los hijos míos y yo, y también nos acom­pañó Jairo Gómez en los timbales; pero el conjunto viejo de las primeras grabaciones, era el mismo de José Bedoya, Agustín Bedoya, Gildardo Montoya y todos nosotros; ¡ah!, le cuento que lo hijos míos son guitarristas, bajistas, percusionistas y hay uno que toca violín en un mariachi; ellos son: Wilmar, Duberney, John Jairo, Argiro y Alexander.

Al que yo más he admirao en la música parrandera es a Agustín Bedoya, por su forma de cantar; la guitarra de Joaquín es muy buena, pero me gusta más la voz de Agustín; ¡y la guitarra de José A., es buena, pero muy buena!

Los mejores punteros de ese tiempo, éramos: José A Bedo­ya, Joaquín, Leonel y yo.

La música caliente, y cuando teníamos LOS GORRIONES, todo fue grabao con el bajo de Don Jesús Vanegas, y en Sonolux me tocaron algunas grabaciones con Don Luis Eduardo Gutiérrez.

Arturo Ruiz del Castillo vivía en el centro, en Palacé con Maturín, y allá íbamos a ensayar LOS CHAPARRITOS, Jesús Bolívar y mi persona.

Me acuerdo del café Canadá, pero más recuerdo El Portón Rojo, porque allá era donde nos reuníamos todos, y allá era don­de nos llamaban si nos necesitaban; éste quedaba en Carabobo entre Maturín y Amador, ahí cerquita del Trigal Rosado.

Yo fui muy amigo de Gildardo Montoya; y no me gusta de­cirlo, pero fui yo quien lo llevó a que hiciera sus 'demostraciones' en discos Colombia —que fue donde primero grabó—;y en cierta oportunidad yo también le puntié a él.

Con José Muñoz he sido amigo entrañable, y muchas veces José hizo coros en mis grabaciones.

En las fábricas nunca se permitía entrar licor a las grabacio­nes, pero yo siempre lo entré;y hoy en día lo entro en el biombo mío, y cuando no había biombos, yo 'encaletaba' eso como fue­ra; yo llegué a meter media sin descorchar, al tanque del sanitario.

Yo sigo componiendo y las últimas son las del tercer volu­men de LOS RELAJOS DEL ARRIERO, que son 18; pero eso es muy cansón y quema mucho fósforo; claro que tengo muchas composiciones meditas, pero de música moderna, como AGUA Y ACEITE, MÁS ALLÁ DEL SOL, que están hechas en ritmo de balada y bolero; en un tiempo hice tangos pero todos fueron grabados por la señora mía; y también me han grabao Claudia Osuna y Jesús David Quintana.

Nunca he tenido problemas con la Curia y le voy a contar lo siguiente:

Para el Día del Campesino a mí me contrata mucho la Se­cretaría de Educación, y un día nos tocó actuar en el corregimiento de Santa Elena; el escenario lo hicieron al pie de la iglesia, pusi­mos los equipos y yo comencé a cantar suave, sin ninguna pala­bra de grueso calibre; entonces la gente empezó a gritar:

—¡EL ARRIERO!, ¡ELPATRÓN!, aquí vinimos fue a ver a Octavio Mesa.

Entonces le digo yo al cura, que era el maestro de ceremo­nias en el escenario.

—Padre, como esto lo conduce es usté, entonces dígame ¿qué hacemos?, pero el que no conozca EL ARRIERO, es que no es colombiano.

Enseguida de la iglesia había un convento, y hasta unas monjitas estabanparadas ahí; y me dice el padre:

—Echémoselos, que la fiesta se la estamos haciendo es a ellos.

Y toma elpadre el micrófono:

—Bueno señores, ustedes están reclamando que Octavio les cante EL ARRIERO, EL PATRÓN y todo eso, ¿sí o no?

— ¡Si padre!, siiiiiiií.

— ¡Ah!, bueno, pero acuerdesen que los músicos también toman aguardientico, así que pueden venir y traerles aguardientico.

¡Ay mijo!, y dicen a aparecer botellas de aguardiente en ese escenario, oiga,y yo a 'encaletar' en un maletín; tomamos y to­mamos y todavía me traje pa' la casa seis medias; y el padre se emborrachó con todo lo que le dimos.

Otra canción mía es:

Buenos días Merceditas,
perdone que esté borracho
 pero fue que 'sa hijueputa
anoche me echó del rancho.

Y son los malditos celos
los que la sacan del paso
si yo he sabido esa vaina
 ni pu 'elputas yo me caso....

Esa se llama YO ME VOY PA' LA P.M.; y también está COMO DIJO QUE DIJO MIJO,

Me fui pa 'onde el adivino
 a ver si me adivinaba
todo mi negro destino
y si de algo me curaba.

Le dije, con frecuencia
me da un dolor muy duro
para poder recetale
yo tengo que darle po 'el....

Como dijo que dijo mijo
como dijo que dijo mijo....

Otra es, EL MARIDO OPRIMIDO:

Oiga compadre qué hago yo con mi mujer
qué vida tan horrible la que estoy soportando
 salgo a la calle y dice que 's a beber
si me quedo en la casa, dice que la 'stoy celando.

Si y o no salgo entonces quién trabaja
y lleva pa' la casa la bendita jartadera
hombe apenas llevo tres años de casado
y ya no soporto esta puta verraquera....

Y EL ESMERALDERO:

Desde Muzo a Bogotá me la paso recorriendo
yo soy el esmeraldero que a nadie le como cuento
no le temo a quien me salga en bajada o en subida
porque de un solo tiro le quito esa puta vida....

Vea, las palabras que yo utilizo, son palabras castizas, y a eso no se le ve nada; en las presentaciones la gente me exige que cante solamente las canciones que están en el disco de LOS RELAJOS DEL ARRIERO.

Argiro el hijo mío es violinista del mariachi Jalisco; Duberney es del mariachi Garibaldi, donde toca la vihuela; pero ellos no le jalan a la música parrandera, pues lo que no le gusta a uno.... no le gusta; claro que me hubiera gustado que alguno de ellos continua­ra con mi conjunto y se anunciara, OCTAVIO MESA JUNIOR Y SU CONJUNTO, pues así no le faltaría trabajo, grabacio­nes....y todo.

Yo creía antes que mi música era sólo pa'l campesino, pero me he dado cuenta que más bien es nacional, y se escucha tanto en los pueblos como en las ciudades; yo he hecho amistades de la alta alcurnia es por la música, y mis grabaciones no les faltan en sus carros ni en sus casas; yo trabajé con Pablo Escobar muchas veces, en fiestas del Campesino, en casas, en tantos sitios: Doradal, Las Mercedes, Puerto Triunfo y La Danta; ¡Pablo era un tipo muy querido y muy formal!, ¡ eh avemaria!; y o a él no le cobraba, porque perdía plata, pues él de pronto le daba a uno un cheque muy bueno; y si yo tenía alguna necesidá, ese hombre hay mismo respondía.

Pepe Aguirre era muuuy querido, pero muuuy irresponsable con la música, porque cada que llegaba, era borracho y cantaba dos o tres cancioncitas.

Una de mis canciones se llama EL VIEJITO CONTENTO:

Que por vie, que por viejo no hago nada
dicen mu, dicen muchos sin pensar....

En EL DICCIONARIO VERDE yo explico el sentido de las palabras, pues la gente les tiene otra indicación:

Significado de las palabras
en estos versos les voy a dar
oiga con calma y no se enverraque
porque de risa se va cagar...."

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