Biografía de Consuelo Pérez
Cuando uno incursiona en la música
parrandera antíoqueña, y lo hace con conciencia y con amor, rápidamente se da
cuenta de que la mujer más importante, la que más grabó de este tipo de música
y la que más hizo duetos inolvidables fue Consuelo Pérez, a quien cariñosamente
sus compañeros apodaban, "La Ñata"; claro que sin desconocer el
trabajo que también hicieron Judith Arboleda, Amalia Rey y otras. Cuando
avanzaba en esta labor de recuperación histórica de estos valores musicales
paisas, la mayoría de ellos me preguntaban si ya había conversado con Consuelo
Pérez, a quien todos recordaban con mucho cariño.
—Y, ¿dónde
está Consuelo Pérez?
— ¡ Ah
no!, ella se fue hace muchos años.... pa' Venezuela o algo así; y no ha vuelto
a Medellín, no se volvió a saber de ella.
Consuelo Pérez, reside en Venezuela desde
1972, pero nadie, absolutamente nadie daba ningún indicio sobre ella; hasta
que cierto día, me ñamó el gran músico, compositor, guitarrista y bajista Don
Miguel Ángel Nova, y me dijo:
—Le tengo
la dirección de Consuelo Pérez.
Inmediatamente le hice una larga carta a esta amable
señor, y a un
gran amigo que con frecuencia viaja a Caracas, le encargué que la contactara;
Sergio Mejía —que así llama mi amigo—, habló con ella en la capital venezolana,
quien le contó que ya había recibido mi carta; y ocho días después esta
queridísima señora me envió su misiva, con la información que ustedes leerán a
continuación; después me puse en contacto telefónico con ella, y estaba muy
agradecida y emocionada, por haberla tenido en cuenta en este sencillo trabajo.
Consuelo Pérez, como ustedes se darán cuenta, ya es una persona madura, sería,
feliz y que vive bien en el vecino país venezolano; labora en una prestigiosa
empresa, tiene un hogar que le brinda cariño y estabilidad, y en su modo de
hablar, se refleja la satisfacción del deber cumplido y la paz de su alma, esa
paz que se manifiesta cuando hay el convencimiento de que lo hecho estuvo bien hecho.
Su pasado musical lo añora como gran época de su vida, y de todos sus amigos
músicos tiene un gran recuerdo, recuerdo que siempre la acompañará, pues con
una sonrisa en los labios y después de tantos años, habla de: Jesús Vanegas,
Arturo Ruiz del Castillo, Luis Eduardo Gutiérrez, Edmundo Arias, Óscar
Velásquez, Luis Carlos Jaramillo, José Muñoz, Leonel Ospina, Miguel Nova,
Gildardo Montoya, y de todos en general.
Esta es la carta de Consuelo Pérez:
Caracas 25
de agosto de 1999
Señor
Alberto Burgos
Medellín, Colombia
Estimado señor:
Ante todo reciba mis saludos y respeto; recibí con
mucho agrado su carta y quedé muy asombrada y complacida con usted, ya que me ha tomado en cuenta para tan lindo detalle.
Es bello recordar y revivir momentos agradables de mi vida que sin duda alguna,
creo que fueron los mejores de ella. Es muy grato saber que existen personas
como usted, que dedican su tiempo a una labor importante, pues fomentar nuestra
cultura y crear sentimiento nacionalista en nuestros jóvenes es
una tarea digna de admiración; con personas como usted se construye un país.
Además se le agradece el haberme hecho revivir tantos bellos recuerdos en tan pocas
horas; usted me causa una profunda satisfacción al querer incluirme en su
libro. A continuación encontrará algunos datos que espero le sean de gran ayuda
para construir una pequeña biografía de mi vida.
Nací en Santa Rosa de Osos el 8 de septiembre de 1931,
allí viví los dos primeros años de mi vida; soy hija de Ana Débora Pérez Pérez
y Rafael Pérez, de cuya unión nacimos cuatro hijos, Marco Fidel, Raquel, Sara y
yo (María Consuelo Pérez), de los cuales han fallecido dos. Luego a causa de la
muerte de mi padre mi familia decidió mudarse a Medellín, cuando yo cumplía dos
años de edad. Crecí, estudié y me formé en Medellín. Puedo decir que tuve una
infancia muy feliz; y a la edad de 16 años decidí trabajar como agente
vendedora en una distribuidora de cosméticos, propiedad del señor Alvaro Puyo
Jaramillo, con ellos tuve la oportunidad de conocer y recorrer varios lugares
tales como, Curazao, Aruba y Bogotá. Luego trabajé con una compañía norteamericana;
con éstos también viajé, era vendedora de reproducciones fotográficas hechas a
mano. Siempre estuve relacionada con asuntos comerciales, y de esos momentos
de mi vida guardo muy gratos recuerdos, pues me dejaron muchas satisfacciones.
Ahora bien, con relación a mi carrera musical, todo
comenzó cuando decidí participar como aficionada en un programa en la emisora
Voz de Antioquia, el cual era dirigido por Jaime Trespalacios. Yo me inicié
cantando música romántica, inspirándome en los boleros de la época, además
sentía admiración por María Luisa Landin. Luego fui probando con otros ritmos, pues
me gustaba todo tipo de género; producto de ello fui galardonada, recibiendo
muchos premios como aficionada y todo esto me sirvió de estímulo para continuar
y seguir adelante.
Por cosas del destino tuve la oportunidad de conocer
al señor Arturo
Ruiz del Castillo, quien se encontraba en un pequeño taller, el cual utilizaba
como estudio de ensayo para grabaciones; pasando por la carrera Palacé con
Amador, escuché acordes de guitarra, me entró curiosidad, entré allí y conseguí
gente que había conocido en los programas de aficionados, entre ellos Luis
Eduardo Gutiérrez, Lucha López —famosa intérprete de música ranchaera—, Leonel
Ospina —el mejor puntero de la época y quien me acompañaría más adelante a lo
largo de mi carrera—, Jesús Vanegas y otros; fui recibida muy bien por el señor
Arturo Ruiz, quien era el compositor con más éxito en la época, y mejor conocido
bajo el seudónimo de Pancho del Prado; él ya había oído hablar de mí y tenía
buenas referencias. Esa mañana se encontraban montando cuatro números bailables
en la interpretación de Lucha López, pero los temas aún estaban crudos para ser
grabados en las próximas horas; es por esta razón que, a sugerencia del señor
Del Castillo me fueron cedidos dos números y éstos fueron LANIÑA EXIGENTE y CANTA
EL GALLO. Luego del ensayo, el señor Del Castillo realizó una llamada al
Maestro Lucho Bermúdez de discos Silver, manifestándole que tenía una nueva
cantante y que la llevaría en forma incondicional. Posteriormente fuimos juntos
a la disquera, claro que yo había ensayado todo el día; allí el Maestro
Bermúdez pidió demostración de los números, y al escucharme exclamó:
— ¡Pero si
esto está listo!, vamos a grabar.
Grabé LANIÑA EXIGENTE y CANTA EL GALLO, siendo éstos
los más grandes hits para la navidad del 57.
Luego del éxito, discos Silver me contrata
por un año, para grabar con ellos 12 discos, uno por mes y todos de Arturo Ruiz
del Castillo. Al terminar con este contrato paso a grabar con discos Fuentes,
y allí hago LA PAILA y SE QUEMARON LAS AREPAS, también grandes éxitos
navideños; éstos fueron grabados con Judith Arboleda y Luis Carlos Jaramillo;
por cierto tengo una anécdota de esta grabación:
"Comenzamos a grabar a las 10 de la noche y el
asunto se prolongó hasta las 4 de la mañana, pero valió la pena, luego de terminar la grabación, nos la bebimos, nos la
bailamos y para festejar ese día parrandeamos hasta las 8 de la mañana; después
salió el disco a la venta y éste se vendió como pan caliente; pues se agotaba
desde la misma fábrica".
Luego grabé con Codiscos el tema POR UNA COSA,
con José Muñoz; este disco cruzó fronteras y luego fue regrabado por Carlos
Argentino Torres con La Sonora Matancera; en Medellín no fue muy exitoso.
Junto a discos Fuentes y Codiscos grabé un
sinfín de éxitos de los cuales sus nombres no vienen a mi recuerdo; sólo puedo
decir que todo mi trabajo fue muy bien remunerado, pues en aquel entonces este
trabajo era bien pagado. En la actualidad no recibo regalía alguna como fruto
de mi trabajo y esfuerzo, por el solo hecho de no tener contrato con ninguna
disquera.
Yo no poseo obras propias.
Debo señalar que ninguna de mis canciones fue vetada por la
Iglesia, tomando en cuenta que en la época surgió una ola de ritmos con
interpretaciones de doble sentido.
Recuerdo a un grupo de amigos y de compañeros de
trabajo, como, Tito Cortés con el que grabé CONTIGO, con arreglos de Edmundo
Arias y la orquesta CABECENIDO, pero lamentablemente no tuvo mayor
trascendencia. Edmundo Arias fue gran amigo, compositor y arreglista; Gildardo
Montoya y Eduardo Gutiérrez, excelentes compositores y Don Jesús Vanegas un
gran acompañante.
Mi música fue acompañada por diferentes conjuntos; también
quiero contarle mi participación desde el año 58 hasta el 68, en el coro
CANTARES DE COLOMBIA, una experiencia muy linda y apreciada por mí; dicho coro
estuvo dirigido por el Maestro Luis Uribe Bueno.
Con relación a la música parrandera
antioqueña, le puedo decir que al músico que más admiré, fue a Gildardo
Montoya, y me inicié en ella por el señor Arturo Ruiz del Castillo.
En cuanto a mi opinión de SAYCO y ACINPRO, pienso que
pueden ser organizaciones muy buenas, lamentablemente en mi época como
cantante, yo no recibí ayuda ni asesoría alguna por parte de estas
instituciones.
Estoy en Venezuela desde el año 1972,
aquí vine buscando nuevas oportunidades, contacté al señor Óscar Molina, representante
de Sonolux, pero no logramos concretar proyecto alguno. Por mis propios medios
conseguí un contrato para cantar en un night club por seis meses.
Estuve alejada de la música por mucho tiempo, hasta que
hace cinco años volví a Medellín y discos Victoria me pidió regrabar LA NIÑA
EXIGENTE; en el reverso de ese disco grabé EL APAGÓN, junto a mi sobrino Obed
Osorio. Hoy en día trabajo para una importante empresa de publicidad
internacional.
Como verá éstos son sólo fragmentos de mi vida y siento una
profunda felicidad, cuando veo de alguna forma lo que fue y será la música para
mí. También le cuento que tengo a alguien junto a mí desde hace 34 años, y es
Claudia, mi hija, que sin duda alguna ha sido el mejor de mis logros y es a
ella a quien le dedico gran parte de mi vida.
Quisiera poder ayudarle mucho más y para
ello quedo a su disposición,
Atentamente,
CONSUELO PÉREZ.
***
Pero unas semanas después del recibo de esta carta,
arribó a la ciudad de Medellín la querida señora Consuelo Pérez; y aquí pudimos
comprobar que es toda amabilidad, señorío, cordialidad y satisfacción por la
vida artística anterior y la vida profesional de hoy en día. La señora
Consuelo, intérprete de canciones como:
POR UNA COSA, LA NIÑA EXIGENTE, BAILANDO EL VACILÓN y
CANTA EL GALLO, con su forma serena de narrar esto me contó:
"Cuando yo tenía 7 años mis padres decidieron
que nos viniéramos a Medellín, pues la situación económica en el pueblo era
difícil; llegamos al barrio Buenos Aires, a Barrientos con Ayacucho. Entré a una
escuelita que no recuerdo cómo se llamaba, termino primaria y empiezo a
trabajar rápidamente para colaborarle a mi padre que estaba muy veterano y no
podía trabajar como antes; ingreso a una fábrica de pañuelos en Palacé con
Lima y ya tenía 14 años de edad.
Toda la vida me gustó la música, y desde muy niña yo
cantaba y bailaba; siempre mi inclinación fue por la música tropical... y también
algunos boleros. En mi familia sólo un tío tocaba guitarra, pero a mí jamás me
dio por aprender a tocar este instrumento y sólo me gustaba el canto; yo
cantaba en la escuela en todos los actos públicos que allí se realizaban, e
interpretaba las cancioncitas de niñez; allí me doy cuenta de que en realidad
tengo aptitudes para el canto, entonces estando más crecidita me dedico con mi
hermana Raquel a cantar a dúo en un programa de aficionados, donde teníamos el
nombre de HERMANITAS PÉREZ; esto fue en la Voz de Medellín que en ese entonces
quedaba donde hoy es el Teatro de Bellas Artes; ganamos premios, fue una época
de mucho entusiamo, pero mi hermana se fue a hacer dúo con otra señora, e
incluso lograron grabar.
Me hablan de Arturo Ruiz del Castillo y como puedo
me le presento a este señor; por medio de él conozco a Antonio Colorado,
Leonel Ospina, Sarrazola, Óscar Velásquez y otros que recuerdo con mucho cariño
y que nunca olvido.
Mi primera grabación fue con Codiscos y se llamó
EFRAIN, que era el nombre de mi novio en esa época de enamoramiento; era una
melodía tropical:
Efraín baila guaracha
lo mismo que los cubanos...
Ésta era
inspiración de Arturo Ruiz del Castillo. Después paso a Silver y ahí es cuando
con Antonio Colorado, Leonel Ospina y Arturo Ruiz hago: CANTA EL GALLO, LA NIÑA
EXIGENTE, BAILANDO EL VACILÓN, números que me los cedió otra cantante, que no
recuerdo si era Lucha López. Estos números fueron ensayados en el taller de
Arturo Ruiz y recuerdo que ni hambre nos daba; y si ésta aparecía, entonces
mandábamos donde Rosa la Peluda por un sancocho de oreja que lo vendía con
yuca y papa; era una oreja amarilla, llena de aliños y la pasábamos con Carta
Roja (bebida de la Posada-Tobón). Ese día en que grabamos estos temas se logró
el éxito y obtuve el contrato por varios años en la empresa Silver, entidad que
se portó muy bien conmigo.
El maestro Arturo Ruiz del Castillo me insinuó que
fuéramos donde Edmundo Arias, y con este maravilloso compositor y director de
orquestas grabé varias obras; y le puedo contar que con su agrupación —SONORA
CABECENIDO—y Tito Cortés grabé el bolero CONTIGO, para el sello R.C.U.:
Aunque pasen años de terrible ausencia...
Después me conocí con Raúl López, Óscar Agudelo y toda la
patota de Edmundo, Noel Petro, Chepito Giraldo, Julio Erazo y muchos que no
alcanzo a recordar. Más adelante es que grabo LA PAILA y SE QUEMARON LAS
AREPAS, pues también me había conocido con Luis Carlos Jaramillo en el taller
de Arturo Ruiz.
El maestro Del Castillo tenía mucha
facilidad para componer y entonces hacía obras exclusivamente para nosotros. En
este mismo tiempo conozco a una gran compañera y amiga que es Judith
Arboleda.... y también a Elisa Peláez, quien hacía dueto con Judith y las dos
cantábamos en el coro CANTARES DE COLOMBIA, con Gustavo López, Miriam Araque,
Jorge Ochoa y muchos otros.
En mi apogeo musical nunca me presenté en la
radio, solamente hacíamos grabaciones, no nos llamaron nunca a la radio ni a
los estaderos; con CANTARES DE COLOMBIA era muy diferente y evoco mucho las
presentaciones que hicimos en San Andrés....
Recuerdo también que con el conjunto LOS FIESTEROS me iba a presentar en una
feria de Manizales, pero unas horas antes se me fue la voz y no lo pude
hacer... ¿sería el frío? LOS FIESTEROS era un conjunto conformado por: Luis
Eduardo Gutiérrez, Alejandro Sarrazola, Leonel Ospina, Jesús Vanegas, Riaza en
los bongoes, Trejos, Paniagua y Luis Carlos Jaramillo.
Yo grabé con José Muñoz y Germán Rengifo —LOS RELICARIOS—
antes de hacerlo con Luis Carlos Jaramillo; y uno de los éxitos con este gran
dueto fue POR UNA COSA... y otro fue SE LO LLEVÓ EL VIENTO.
Llegó entonces el momento en que no quería estar más en
Medellín, quería salir, la música empezó a cambiar, nuestra música se fue apagando,
poca demanda, vi que no valía la pena quedarme aquí, entonces decidí irme a
Caracas, Venezuela, y allá vivo hace 23 años; me ha ido muy bien, me han
tratado muy bien. Alla trabajé un año cantando en un sitio familiar, pero luego
mi esposo me aconsejó que no siguiera, que no era necesario... y chao. Trabajo
en una agencia de publicidad hace 15 años y tengo una hija con la que vivo muy
feliz; mi esposo es español y se llama Manuel Vilardel.
Recuerdo con mucha satisfacción los
tiempos de la música parrandera, pues con aquellos éxitos logré algo de lo que
tanto ambicioné; claro que ahora me siento muy feliz cuando veo que todos
ustedes todavía me recuerdan... ya lo de la música es recuerdo.
Le agradezco mucho la gentileza que usted tuvo para
localizarme; eso me agrada muchísimo y se lo agradezco infinitamente".
Un total orgullo tener a este magnífico ser en mi vida, mi abuela!
ResponderEliminarY ahora, tantos años después de este post, saber que en 2019 aún tenemos la fortuna de contar con su alegría y su voz es una gran bendición.
Gracias infinitas por permitir que su historia siga viva.
Que bella mi Consuelito como la llamo yo es un ser muy alegre muy sincera al hablar muy jocosa en fin una buena mujer siempre cuando tenemos fiestas familiares hacemos intérprete de sus canciones la mejor la niña exigente .Ojalá se recuerden de ella para sus homenajes es increíble aportado su talento a la música de Colombia.siempre la recordaré muy alegre en las fiestas
ResponderEliminarMuchas FELICITACIONES a mi suegrita,aún tenemos la bendición de tenerla y su música sigue latente....larga vida para ella..🙏🙏
ResponderEliminarQ Dios te siga bendiciendo fuiste para mí mucho apoyo en Venezuela muchos recuerdos lindos tengo de ti para esa época felicitaciones por tan bonita trayectoria Claudia felicidades y que Dios las colme de muchas 🙏🙏🙏👍👏 👏👏
ResponderEliminarmis más sinceras felicitaciones Doña Consuelo Es usted un ser maravilloso con grandes cualidades con una vida plena y ejemplar Qué hermosa biografía ha sido y es usted una mujer abnegada bendiciones y de nuevo felicitaciones
ResponderEliminarEs lo más dulce que existe. A mis 11 años la he conocido, al entrar en 5to grado en el Colegio Nuestra Señora de Guadalupe en Caracas, porque era mamá de una compañera, que ahora es como una hermana. Siempre con una dulzura, ternura, una sonrisa a flor de piel hermosa. Que Dios te bendiga parrandera. Brindo por muchos años más. Te quiero. Desde Argentina
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