Biografía de Pedro Nel Isaza
Cuando a mí me dijeron que Pedro Nel Isaza,
tenía inscritas en SAYCO 5.000 canciones de su autoría, yo creí que me
estaban mintiendo, pues en mi mente no cabía que un compositor musical pudiera
tener 5.000 canciones; pero esto lo comprobé el día que me encontré con este
hombre en las oficinas de SAYCO precisamente.
Pedro Nel Isaza es una persona de aspecto sencillo,
moreno, charlatán con sus amigos y de una 'chispa' asombrosa; cuántas veces usted se lo habrá encontrado, pero usted —como yo—
seguramente no imaginará que esta persona de aspecto normal, sea el compositor de 5.000 canciones.
¿Por qué
nuestros dirigentes no harán conocer estos personajes?
¿Por qué
Antioquia ignora a sus valores?
Y este hombre de carácter jovial, esto me contó:
"Yo nací en Aguadas, departamento de
Caldas; tengo un enredo con mi cédula y es que el 15 de abril de 1926 nació un
hermano mío, que llevaba mi nombre; yo nací el 30 de septiembre de 1936, y
según me cuentan mis padres, 20 días después de haberme bautizado en una
capilla en el pueblo, se quemó esta capilla, y mi partida de bautizo no alcanzó
a llegar a la Diócesis de Manizales; entonces yo me quedé sin fe de bautismo, ni
pa' cédula, ni pa' nada. Cuando me fui a casar mi madre me dijo:
—Vayase a
la parroquia principal de Aguadas y pregunte por su partida de bautismo.
Yo no conocía Aguadas, pues me habían llevado
de 3 años pa' Manizales; pregunté en la parroquia por la partida de bautismo
de Pedro Nel Isaza, y me dieron la de mi hermano fallecido, pues mis padres
simplemente lo habían reemplazado conmigo.
Mi padre se llamaba Pedro Antonio Isaza, y mi madre
María
Catalina Aguirre; él era de Sonsón y ella de los Aguirres de Pácora, de
Aguadas; nosotros fuimos 18 hermanos y yo soy el menor entre los hombres.
Después de Manizales, mi familia se traslada a Marsella
en Risaralda, y allí estudié a la edad de 5 años.
Mis tíos eran tipleros y bambuqueros de Aguadas y tuve un
hermano —el mayor— que tocaba guitarra y cantaba; cuando yo tenía 14 años, veía
tocar al hermano mío, y de pronto me dio por comprar un tiple, donde aprendí
los primeros tonos; como a los 4 meses de estar tocando el tiple me metí a una
orquesta, y entonces el director le dijo a mi hermano:
—Si este
muchacho con 4 meses solamente ya toca así, dentro de unos años va a 'volar'.
A mí nadie me enseñó ritmos; yo solamente oía los
discos y después sacaba los ritmos: la zamba, el pasillo, los boleros y todo.
Yo trabajaba alfarería en Cartago (Valle), yo hacía
ladrillos, teja, etc., para ayudar a mantener a mis hermanitos, mi papá y mi
mamá; y salía los domingos a tocar en paseos, pues a mí me llamaban mucho ya
que tenía un conjunto muy acreditado, con el que también animábamos matrimonios
y fiestas; en una oportunidad, yo estaba
todo embarrao trabajando en el tejar y me dio mucha pena porque llegó el señor
alcalde de Roldanillo a buscarme y me dijo:
—Yo vengo
a buscarlo porque quiero que toque en las fiestas del pueblo, con su conjunto
SANTA ANA.
—Señor
alcalde, pero yo no tengo vestido de etiqueta para presentarme allá.
—Váyase un
día antes y allá arreglamos todo eso.
Llegué un día antes y el hombre me llevó al almacén
Valher,
me regaló dos vestidos de pie a cabeza y yo creo que esa fue
la
primera corbata que me puse en la vida; ese día tocamos
uno de
los bailes, y al día siguiente después del desayuno,
volvimos a
tocar hasta las 2 de la tarde; nos pagó el
alcalde, pues habíamos quedao muy bien y en medio de las cosas me dice:
—Hombe,
¿ustedes no han grabao?
— ¡Nooo!,
pues si hubiéramos grabao, no me hubiera encontrao amasando barro, hombe.
Entonces me pregunta:
— ¿Usté
quiere ir a grabar discos?
— ¡Pues
claro!, yo sí quiero, pero no sé si tengo las capacidades.
—Yo soy
muy amigo de los de Sonolux, yo le doy una carta para que vaya donde ellos.
Me vine con mi compañero Jaime Latorre, pues nosotros teníamos el dueto ISAZA-LATORRE; era el 13 de junio de
1956y no teníamos con qué tomarnos un tinto, pues todo lo
habíamos
gastao en el pasaje, que en ese tiempo costaba 8
pesos —de Cartago a Medenín—, en la flota Arauca. Lo poco
que dormimos fue en el suelo, y un policía que nos
vio con hambre y sueño, nos dijo:
— ¿Pa' qué
traen esas guitarras pues?, ¿por qué no entran a un café, tocan y se consiguen
la comida?
—No señor,
no nos gusta 'merendiar', nosotros venimos a otra cosa muy distinta.
Entonces el policía nos regaló de a peso a cada uno
y con eso tomamos tinto, fumamos y hasta nos sobró plata. Nosotros no
conocíamos nada, y tal vez por cercanía, fuimos primero a Codiscos, donde una
secretaria nos tiró la puerta, y yo porque soy 'ñato', o si no me revienta las
narices.
—Señorita,
nosotros somos humildes, pero algún día nos van a tener que llamar de esta
empresa.
Y después nos tuvieron que llamar. Entonces, de ahí salimos
para discos Silver, donde el director artístico era Lucho Bermúdez, quien me
dice:
— ¿Usté
trae música costeña?
—No señor,
no ve que no soy costeño.
•—Si no
traen música costeña, nada tienen que hacer aquí.
No nos acordábamos de la carta, pero al fin
nos fuimos al almacén de discos que tenía Don Otoniel Cardona.
—Señor,
¿usté es quien recibe las 'muestras' para Sonolux y Lira?
En ese momento estaba allí Olimpo Cárdenas con otro músico,
y nos preguntan:
— ¿Qué
música traen?, muéstrenos a ver hombe.
Comenzamos a hacer las demostraciones y, ahí mismo,
Don Otoniel nos contrató para grabar 30 números; en ese tiempo yo no componía y
sólo traía dos numeritos; incluso a mí me gusta tanto la música, que en esos
días me habían echao del tejar porque había dejao regar gran cantidad de
barro, por estar tratando de sacar alguna melodía; yo era un tejero muy bueno,
yo hacía mil tejas diarias, pero un día me llamó el patrón y me dijo:
—Ve
hombre, vos has sido muy buen trabajador, pero esa música te va a matar; lo
mejor es que te vas.
—Vos tenes
razón, yo debo seguir es con la música.
Y salí y
me vine.
Mi compañero Jaime Latorre como era legítimo valluno y
estaba muy enamorao, pronto regresó a su tierra; entonces vino el problema, ya
no tenía quién me acompañara; pero me encontré con Judith Arboleda, con quien
hice el dueto mixto LOS DOMINICANOS.... y vendimos cargas de discos.
Claro que se olvidaba contarle que como Don Oto —a ISAZA Y
LATORRE— nos había contratao para 30 números, yo me tuve que volver compositor
a 'la brava', pues él me dijo:
—Haga usté
los números que faltan.
Yo me puse pálido.
—No Don
Oto, es que yo no soy compositor.
—No, pero
los que usté trajo están muy buenos; usté es capaz de hacer los otros.
Los que le había presentao eran, uno parrandero
llamado ESPERANDO NOCHEBUENA, y una rancherita que se titula PRENDA QUERIDA....
que se vendió como arroz.
Y ¿sabe cómo conocí a Judith Arboleda?; ella estaba haciendo
coros en la orquesta de Edmundo Arias, y me dice Jaime Rincón:
—Pedro,
¿cómo le parece la voz de esa muchacha? —Está muy bonita.
Me la presentó, ella me dio el teléfono para
que fuéramos a ensayar y me dijo que vivía por Cuatro Bocas; como no teníamos
números pa' grabar, entonces yo me iba pa' donde una prima en Helio y allá
hacía algunas canciones; lo bueno era que canción que yo llevaba a Ondina, era
canción que me grababan; un día por ejemplo me puse a mirar una cajetilla de
cigarrillos, cogí el lápiz.... y de esas cosas que le da mi Dios a uno, me puse
a componer PREGUNTO POR TI... ¡qué 'guascazo', mejor dicho!; ese
era el número 416 de la empresa, que en ese momento se encontraba en quiebra;
después hice DOS CAMINOS, PRESUMIDA y todas esas vainas.... y todas se
vendieron mucho, pues a los dos meses, la empresa estaba pagando de contao,
salía de grabar usté de la sala y ahí mismo le pagaban; yo saqué de la quiebra
a ese señor, al que le tuve mucho cariño y se llamaba Don Rafael Acosta
Ramírez.
Yo estuve mucho tiempo cantando con Judith, y el 15
de marzo de 1962 cumplimos un contrato en Codiscos, y nos faltaban 7 discos;
hicimos 3 con la orquesta de Tomás Barbuno, a las 12 de la noche; entonces me llamó
Don David Ocampo —director artístico—y me dijo:
—Hombe,
¿cómo hacemos pa' terminar este contrato, que todavía faltan unos discos?
—Eso es
muy fácil: pues como durante todo el año cada vez que yo le pedía un tumo a
usté, ya se lo había dao al DUETO DE ANTAÑO o a Óscar Agudelo, o a
cualquiera se lo había dao, entonces ya se pasó el tiempo, usté se durmió; y a
mí me da mucha pena y estoy amañao con la empresa, pero como veo que a uno aquí
le quitan los turnos, yo hoy cumplo contrato y aquí tengo otro firmado para
discos Fuentes.
Llamé a mi compañera Judith, le dije que se podía ir; y
a Don David le agregué:
—Vea, yo
aquí ya cumplí; mañana yo comienzo en Fuentes, así que hágame el favor y pasa
la cuenta a la gerencia de los discos que no me hicieron.
Y muy correctos, a los dos días llegó
el cheque, y me los pagaron todos.
Posteriormente, con Manuel Suescún, hice
el dueto LOS JIBARITOS; grabamos 2 elepés en discos Fuentes.... Manuel so
retiró de la actividad musical como en el año 70.
Después hice dueto con Evelio Marín —el del mariachi
ÁGUILAS DE PLATA—, y también se llamaba LOS JIBARITOS, pues el nombre ya se
había comercializado.
Fuera de guitarra yo toco cuatro y guacharaca;
compongo el ritmo
que usté quiera, tengo música carrilera, parrandera, música tropical y casi que
de todo. Yo me gané —aquí en Antioquia—, el trofeo la Lira de Oro de SAYCO; y
cuando esta empresa cumplió 50 años, me enviaron los pasajes, en Bogotá me
hospedaron y me atendieron muy bien; y en medio de 500 compositores —en el
Hotel Tequendama, Salón Bolívar—, y con la presencia de Villamil y otros, a las
11 de la noche me llamaron para ponerme la orden de Santa Cecilia, como el
compositor que más obras tiene en SAYCO; pues tengo más de CINCO MIL obras en
el mercado; yo no es que viva hablando de las empresas, pero aquí la empresa
más chiquita tiene 80 o 100 números míos; es que en 44 años que llevo en esto,
a mí me ha tocao, que compóngale al uno, que compóngale al otro, y que
compóngame pa' mí....y todo eso.
Mi música la han grabao: Rodolfo, El Caballero Gaucho, Evelio
Marín, Lidia Méndez, LOS RELICARIOS, Darío Gómez y muchos más.
¡Darío
Gómez se hizo conmigo!, pues el primer director artístico que tuvo él en discos
Colombia, fui yo; después fuimos a Codiscos en 1978 y allí participé como
guitarrista de él, en compañía de Ricardo González; hicimos 13 números de las 7
de la mañana a las 7 de la noche, y Darío no sabía qué nombre ponerle al
conjunto; primero dijo que LOS MILENARIOS, pero sonaba muy feo; después alguien
dijo LOS LEGIONARIOS y yo dije:
—Eso
tampoco sirve.
Pero al rato, después de mucho hablar, les pregunté:
—Hombe,
¿me dejan ponerle el nombre al conjunto?... vamos a llamarlo LOS LEGENDARIOS.
Y así quedó; y con ese conjunto, acompañando a Darío Gómez,
estuvimos por muchas partes, incluso unas muy lejanas como el Caquetá, el
Caguán, Cartagena del Chaira, Remolinos.... y durante 10 años.
Yo para componer lo hago en forma muy distinta, y sólo necesito
que se me venga una idea, o tal vez oír decir algo; una sola frase me sirve de titulo o para empezar la
canción; a mí
no me puede faltar el lápiz, porque yo voy en un taxi, o voy parao en el metro,
y si se me viene la idea y la escribo, enseguida voy a la casa y redondeo la
obra.
Yo fui el que hice EL GALLO TAPAO.... en el tiempo
de Rojas Pinilla; y resulta que un señor que fue diputado aquí en
Antioquia y después lo fue en el Atlántico, tenía un estadero en Barranquilla
llamado El Santo Cachón; entonces el cantante Alci Acosta me llevó hasta 'llá,
porque él había dicho que cuando yo llegara, me llevaran a ese sitio; y resulta
que este diputado era el hincha número uno de la composición que yo había
hecho, EL GALLO TAPAO; y cuando me vio me dijo:
—Yo quería
conocerlo a usté.
Y dio una orden, que nada de lo que consumiéramos non
podían cobrar, nos atendió maravillosamente bien y todo porque yo era el
compositor de EL GALLO TAPAO, y él era de la campaña de Rojas Pinilla.
Desde que yo vine incursioné en la
música parrandera; compongo más música fría, pero siempre he estao con la
parrandera, por ejemplo, yo hice LAS COQUERAS, que es una guaracha, Gildardo
Montoya me grabó NO HAY SENCILLA y EL GATO DE AMPARO; yo grabé con la orquesta
de Adolfo Castro un porro que titula QUÉ BONITA LUNA, muy lindo y se vendió
muchísimo.
José A. Bedoya y yo somos amigos, y en cierta
oportunidá me iba a grabar unas canciones; fuimos a Bello a ensayar y yo
llevaba mi libreta con mis composiciones; entonces él me dijo:
—Ve,
déjame estos números que yo les pongo la música.
—Ve José,
perdóname, pero esos números ya tienen música.
Entonces,
ni me grabó, ni le dejé grabar.
Agustín Bedoya me ha grabao muchas canciones; y a LOS
RELICARIOS yo los acompañé desde que vine aquí a Medellín, ¡y esos sí que me
han grabao temas!; los acompañé hace 40 años y me han hecho música parrandera y
música fría; incluso a Germán Rengifo, yo
fui el que lo saqué a cantar solo, pues él no cantaba sino con José Muñoz; y con él tuve
un éxito que traspasó la frontera, CORAZÓN VACÍO.
LOS DIABLOS, se llamaban CONJUNTO UNIÓN y yo fui
quien los puso LOS DIABLOS; yo le dije al dueño de la fábrica:
—Ese
nombre de CONJUNTO UNIÓN, no dice nada; con ese nombre no venden en ninguna
parte.
— Hombe,
ayudame con ellos.
— No oye
que están sonando EL DIABLO; pues entonces póngalos. . .LOS DIABLOS.
Y así se quedaron.
Después me tocó fue con LOS PAMPEROS, pues yo grababa
mucho con ellos; pero un día se separaron, y entonces yo llamé a Carlos Murillo
—la primera voz — y le dije:
— Camine
cante solo.
— Y ¿a
dónde me graban?
— Camine
le grabo en Victoria.
Y puse a cantar a Murillo como solista; a él le hice
cuatro long plays en Victoria, pues en esa empresa a mí me
tenían mucha confianza.
En mi, no influyó Guillermo Buitrago; yo he tenido esa propiedad,
de que no me ha gustao ser émulo de nadie, y lo que yo hago es de mi propia
inspiración.
Yo trabajo en grabación desde 1956, pero vine a salir
en una presentación, sólo cuando hice LOS LEGENDARIOS con Darío Gómez; y
después que me separé de él, he salido como los JIBARITOS a muchas partes.
Las casas disqueras me han dao pa' comer, porque más bien
les he pagao yo a ellas; porque hablemos la verdad — y lo he dicho por radio y
la televisión — , y con mucha pena de los señores, pero yo sé que ninguna casa
disquera le paga al compositor lo que se gana; toda casa tiene fraude con el
compositor, y así me llamen y me den un millón; si me
dan el millón, es porque me están robando otro; eso les he dicho yo, y ellos no
pueden decir que no.
El papá de la música parrandera es Guillermo Buitrago, así
como Gardel es el papá del tango.
Yo tengo un éxito parrandero que es EL DUENDE
ALEGRE, pero el que vendió y vende la música maliciosa ha sido Gildardo
Montoya; yo le acompañé mucho a él, y él era el malicioso; pero detrás suyo se
pegaron un poco. José Muñoz y los BEDOYA
son muy buenos para la música parrandera, y son anteriores que Gildardo, pero
Gildardo se vino con su propio estilo.
Yo fui solista en parrandera, y canté temas
como: ESPERANDO NOCHEBUENA, LAS COQUERAS, QUÉ BONITA LUNA, EL MUÑECO DE AÑO
VIEJO.... tengo muchas.
En 44 años de profesión, yo mismo he hecho mi conjunto; yo
hice el conjunto LOS LÍRICOS, yo mismo hice el conjunto LOS LEGENDARIOS, yo
hice LOS JIBARITOS, y yo tengo mi gente pa' tocar; conmigo graba Ricardo
González, Gabriel Gil, Tulio Pulgarín, y el bajista que toda la vida nos
acompañó fue Don Jesús Vanegas, pero anteriormente lo hizo Don Luis Eduardo
Gutiérrez.
Cuando yo vine donde Don Otoniel Cardona, el día que yo
aterricé en Medellín, Don Luis Eduardo Gutiérrez me dio los primeros fríjoles
aquí, y ese mismo día me llevó a su casa; ¡ese hombre es muy querido, es
maravilloso!, y ojalá Dios le pague con muchas cosas.
Vega del Río era un letrista, pero poco
hacía de música; él, y Arturo Ruiz del Castillo eran personas muy sencillas y
dispuestas a ayudarle a uno.
El mejor puntero de la música parrandera fue Buitrago, y
ese no lo reemplaza nadie; pero hubo otros muy buenos, como mi compañero Manuel
Suescún, también Leonel Ospina y José A, Bedoya; el gusto que tiene José A.
Bedoya pa' puntiar, sólo se lo ha cogido su hermano Joaquín; ¿y sabe por qué
esa guitarra suena tan distinto? Primero
que todo, ellos puntean es con cuerda de acero, que suena muy diferente a la de
nylon, y segundo, que ellos templan la guitarra como una lira, y eso ninguno de
nosotros lo ha podido hacer; por eso suena tan raro y tan bonito, y es que eso
suena con mucha 'piquiña' y es temple de lira; ¡y no se dejan coger el
temple!
Entre los marcantes buenos de aquel tiempo se destacó Miguel
Nova.
Los mejores timbaleros que hubo en la música
parrandera fueron: Jairo Gómez y Jesús Villegas; claro que Jairo fue el papá en
las grabaciones.
Mi amistad con Gildardo Montoya fue muy bonita,
porque yo fui quien lo sacó a cantar; yo tenía la dirección artística aquí en
discos Metrópoli y él trabajaba en una carnicería en la plaza de mercao, antes
de quemase; yo hablé con el gerente Diego Jaramillo, que era una excelente
persona.
—Don
Diego, ¿por qué no me deja hacerle un L.P. a Gildardo Montoya?
—Si usté
le puso el ojo, vaya contrátelo como usté quiera, que yo pago.
Llegué a la plaza a las 4 de la tarde, Gildardo estaba
afilando unos cuchillos.
—Gildardo,
vamos a hacer un L.P. de música parrandera.
Ahí fue que le di NO HAY SENCILLA y todas esas cosas;
y el hombre componía muy bien y con 'picante', y en ese sentido, mejor que yo
10 veces, pues él era malicioso y yo soy 'malito' pa’ eso:
—Gildardo,
¿y a cómo vas a grabar número? —Hombe, ponele a 250 pesos.
—Hombe
Gildardo, eso es muy poquito; yo no voy a tumbar la empresa, pero tampoco lo
voy a tumbar a usté; hagamos una cosa, 500 pesos por el acordión y 500 pesos
por la voz.
Él casi ni
lo creía, pero entonces yo cogí el teléfono, llamé a Don Diego:
—Acabo de
contratar a Gildardo Montoya en estas condiciones.
—Pedro, yo
le dije a usté, que como usté arreglara estaba bien, ¿cuándo lo trae?
Al otro día Gildardo hizo el contrato y hasta le anticiparon
plata; yo lo saqué y lo ayudé a colocar en la empresa, que en eso tiempo pagaba
11 pesos diarios. Más adelante yo lo 'palanquié para que trabajara en Codiscos,
pues a mí me conocían en toda esas fabricas; y allá también coloqué a Darío Gómez;
mejor dicho, yo aquí, he hecho 'ochas y panochas'.
Con Alejandro Sarrazola grabé toda una
vida, pero eso era la embarrada la grabación con él.... no dejaba grabar por
estase riendo, pero era muy buen compañero.
Yo grabé con Luis Carlos Jaramillo, y también hice parte
del conjunto LOS FIESTEROS, que era un grupo de músicos que él conseguía por
ahí, pero yo no los volví a ver.
Yo fui director artístico de Aurita del Castillo, que
vendió mucho en Latinoamérica.
Yo tengo la capacidad de que si dicen, sáqueme un
bolero o una ranchera, en cualquier momento, yo lo saco; pero eso sí..., me
dejan solo; y en 20 minutos yo les digo:
—Véanla
aquí.
Un ejemplo de eso fue cuando Gabriel Raymon estaba
grabando unas rancheras aquí; y se las estaban haciendo con flautas y
clarinetes, bajo la dirección del 'cojo' Burgos; yo me acerqué y le dije a
Burgos:
—Perdóneme
maestro, pero esa grabación le quedó grande a usté.
—Es que yo
no hago de esa música.
—Y
entonces, ¿pa' qué se metió?
Nos pusimos a charlar y me dice Don David:
—Entonces
¿qué hacemos aquí hombe?
—Diga que
se dañó el condensador y eche a todos pa' fuera, menos a los guitarristas.
— ¿Y qué?
—Hágale
boleros a este tipo, pero no con ese conjunto; porque a él lo que lo dañan son
los pitos.
Así se hizo; y cuando estuvimos solos con los
guitarristas, Don David me dijo:
—Pero yo
no tengo boleros para este muchacho.
—Échelos a
todos a tomar trago o tinto, pero déjeme aquí solo, que yo le voy hacer un
número.
Cogí el lápiz y nació facilito el bolero éxito TU
INDECISIÓN; y todo fue porque en ese momento uno de LOS PAMPEROS —Luis
Bernardo Saldarriaga— se puso a alegar con una muchacha, y le dijo Bernardo:
—¡Ah!, es
que yo no sé, a mí me desinfló mucho tu indecisión ante ese problema.
E inmediatamente escribí:
Necesito saber cuál fue tu indecisión
por qué has cambiado tanto con mi
sincero amor....
A los 20 minutos le dije al 'pibe' Campos:
—Aquí está
la introducción; Gabriel apréndase esta letra.
Al mes, se habían vendido 45.000 discos de 78 RP.M.;
osea que conmigo, fue que cogió la fama Gabriel Raymon.
Muchas veces nos dieron las 6 de la mañana
grabando en Ondina, y todo porque si cualquiera se equivocaba, aunque fuera en
algo mínimo, todos debíamos repetir el número. En las grabaciones se acostumbraba
el aguardientico, y a veces era hasta por botellas.
Con toda la franqueza le digo, que hoy en día hay
números maliciosos que hasta lo hacen reír a uno; pero hay una música grosera
con la que yo no la voy, porque yo considero que esto no es música; una vez me
llamaron a hacer unos coros, y cuando me di cuenta que eran de música grosera,
me negué, y tampoco toqué guitarra; yo nunca he compuesto nada grosero.
Yo estuve enviando música para Venezuela durante 22
años.
Mientras mi Dios me dé cerebro, ojalá y me regale
música; y a mí, que la música me deje, porque yo no la dejo; yo llevo la música
en la sangre".
Muy buena la historia del señor Pedro nel está como para una muy buena novela de la vida real
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